En la última década el concejo ha sufrido una importante sangría en sus explotaciones y cabezas de ganado
18 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El campo asturiano está herido, quién sabe si de muerte, y lo lleva estando muchos años. La caída de los precios de la leche, el abandono rural en favor de sectores más seguros y menos sacrificados o las escasas protecciones y ayudas al sector han provocado una lenta y prolongada agonía que parece no tener fin.
Este segmento de actividad en Gijón no se escapa a esta tendencia. En el concejo se ha sufrido una sangría en la última década que se aprecia tanto en el número de explotaciones como en las cabezas de ganado.
De acuerdo con los datos que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) en la última década el municipio ha pasado de 745 a 458 explotaciones bovinas. Es decir, se ha dejado 287 por el camino, lo que equivale al 38,5% en diez años.
En este periodo también se ha pasado de contar en el concejo con 9.013 cabezas de vacuno a 8.221, lo que representa una merma del 8,7%. El lento declinar de la actividad ganadera en Gijón se ve claramente si nos fijamos en el descenso de las cabezas de ovino y caprino. En el caso de las primeras han pasado de 2.006 a 1.251 en diez años. En el segundo caso se ha perdido el 16% de las cabezas, al pasar de 172 a 144.
Precisamente, a mediados del mes pasado alrededor de 200 agricultores, ganaderos y apicultores, convocados por COAG, UCA y ASAJA, se manifestaron en el Paseo de los Álamos, en Oviedo para reclamar «precios justos» para sus productos y «respeto» para el medio rural y protestar por el olvido del campo asturiano en las políticas territoriales y nacionales.