Gijón oferta más de un millón de metros cuadrados de suelo industrial

Marcos Gutiérrez GIJÓN

IN ASTURIAS

Terrenos de la ZALIA
Terrenos de la ZALIA CEA

Los precios del espacio para el establecimiento de empresas oscilan entre los 85 euros el metro cuadrado de La Peñona y los 213 del Parque Científico y Tecnológico

27 may 2020 . Actualizado a las 17:46 h.

La puesta a disposición de las empresas de espacio suficiente y a buen precio para desarrollar sus negocios es una de las prioridades de toda estrategia de crecimiento económico que se precie. En la actualidad Gijón cuenta con una más que apreciable oferta de suelo libre para el establecimiento de actividades empresariales. Más de un millón de metros cuadrados listos para ser ocupados. 

En concreto, de acuerdo con los datos del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (Idepa), Gijón cuenta a día de hoy con 1.047.579 metros cuadrados de suelo industrial disponible. 17.979 se corresponden al polígono de La Peñona, 4.200 al Parque Científico y Tecnológico, 738.452 a la ZALIA y 286.948 al polígono industrial de Lloreda.

El precio medio del espacio en estas áreas va desde los 85 euros el metro cuadrado en La Peñona, a los 90 de Lloreda o los 213 euros a los que se cotiza el metro cuadrado en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón.

Propiciar una mayor solidez del tejido económico en el concejo resultará clave de cara al futuro, especialmente en el corto y medio plazo dada la situación propiciada por la crisis del coronavirus. El espacio para el establecimiento o ampliación de proyectos empresariales es, sin duda, esencial. Y, precisamente, en ese horizonte será determinante lo que suceda con la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA).

La puesta a disposición definitiva de sus más de 700.000 metros cuadrados de suelo dependen prácticamente de lo que suceda con la subestación eléctrica, que permitirá el suministro. Este punto es imprescindible para que pueda comenzar el proceso de comercialización de parcelas.

Antes de que el Covid-19 entrase a formar parte de la realidad para trastocarla casi por completo, el objetivo pasaba por licitar las obras de la subestación a lo largo del segundo semestre, para comenzar a finales de año.