Da igual si eres de las que no puede salir de casa sin los labios pintados o si, por el contrario, solo usas carmín en ocasiones especiales porque seguro que, más de una vez, te has preguntado cuál es el color que mejor te queda, cómo hacer que el carmín dure más o qué trucos hay para cuidar la boca

Hubo una época en la que pintarse los labios iba mucho más allá del simple gesto, gusto o costumbre. Hubo una época en la que el pintalabios no era solo un producto cosmético. La lucha por la igualdad de la mujer encontró en el carmín su principal arma. A principios del siglo XX, en el punto álgido del movimiento por el sufragio femenino, las mujeres se aplicaban pintalabios en público para escandalizar a los hombres. Un objeto que se llegó a convertir años más tarde en un índice económico: el lipstick index determinaba que en tiempo de crisis la venta de labiales rojos aumenta estrepitosamente, tal como ocurrió durante la Gran Depresión.

La barra de labios también sirvió de arma para los hombres en la época del manstick con David Bowie como gran adalid.

Y es que la vida se ve de otra manera con los labios pintados. Sino que se lo digan a Holly Golightly (Audrey Hepburn) en Desayuno con diamantes, «¿Te importaría abrir ese cajón y darme mi bolso? Para leer esta clase de cartas hay que llevar los labios pintados.»

 

En pleno siglo XXI el pintalabios sigue siendo un compendio de todo eso y mucho más: es el cosmético total.

Da igual si eres de las que no puede salir de casa sin los labios pintados o si, por el contrario, solo usas carmín en ocasiones especiales porque seguro que, más de una vez, te has preguntado cuál es el color que mejor te queda, cómo hacer que el carmín dure más o qué trucos hay para cuidar la boca.

Buscamos respuestas a todo eso con la ayuda de alguien que sabe mucho. La maquilladora y estilista, Estefanía Mosqueira, responde a todas nuestras dudas.

«Sonríe y píntate los labios. Ese es, o debería ser, el ABC de la belleza», esa es su carta de presentación que viene acompañada de otro lema: «A todas nos queda bien todo siempre que esté puesto con gusto». Partiendo de ahí vamos a buscar algunos consejos que nos sirvan de guía para acertar.

Si tienes la piel y el pelo claros...

«Aquí conviene usar tonos que no difieran ni rompan esa línea suave que tienen las personas con la piel y el pelo claros». ¿El color fetiche? El carmín. «Un truco de belleza está en acompañar ese pintalabios de un colorete en el mismo color. El colorete les queda especialmente bien y, con esos dos elementos y un poco de máscara de pestañas, ya no se necesita nada más», nos explica Estefanía Mosqueira.

La elección de la maquilladora: ROUGE COCO LIP BLUSH 414 tender rose de Chanel. Permite dar color al labio y las mejillas, un dos en uno.

Aunque, como decíamos al principio, aquí no existen reglas y, si existen, están para romperse. Ahí va un ejemplo con nombre y apellidos: Marilyn Monroe

Si tienes la piel clara y el pelo oscuro...

Aquí se puede abrir un poco más el abanico de colores. Podemos favorecer el tono de la piel o el tono del pelo. «Elegiría colores más atrevidos: rosa fuerte, violeta o rojo».

La elección de la maquilladora: Dragon Girl Velvet Matte Lip Pencil de NARS. «Este frambuesa intenso es mi amuleto dentro del maletín de maquillaje. En su día también lo puso de moda Sara Carbonero».

Otra buena opción, más económica, es el Color Riche Mate 347 Haute Rouge de L´Oreal. 

 Si tienes la piel oscura y el pelo claro...

Lo importante para este tipo de caras es despegar el tono del labio, darle más presencia para que destaque. «Yo optaría por los berenjenas y frambuesas», dice Estefanía Mosqueira.

La elección de la maquilladora: una apuesta, algo arriesgada, es el berenjena. Elegimos el de Beauty is Life. Una marca alemana con unas barras de labios muy duraderas.

Si tienes la piel y el pelo oscuros...

Se puede subir el tono del labio sin el temor a que quede muy cargado. Rojos, corales, fucsias o marrones (con o sin brillo). «Solo haría una puntualización importante: hay que tener cuidado y no marcar demasiado el ojo para que no nos quede una combinación demasiado excesiva».

La elección de la maquilladora: un clásico de Estée Lauder es el Fiery Almond, un brillo suave marrón. También puede ser una buena opción decantarse por el fucsia (color que va a triunfar este verano). 

 Consejos para todos...

Efecto boca mordida: para fomentar la apariencia de un labio carnoso es importante aplicar la barra de labios con las yemas de los dedos. Dando golpecitos hasta conseguir la intensidad de color deseada.

Labios hidratados: una vez por semana y de noche habría que hacer una pequeña exfoliación de los labios. Se puede fabricar una mezcla sencilla con crema hidratante y azúcar y aplicarla con la yema del dedo o, directamente, frotar con un cepillo de dientes. Retiramos y nos ponemos vaselina o un hidratante labial. El rey de los reyes en cuanto a hidratación es, sin lugar a dudas, este:

Protección solar: el sol también es el peor enemigo para el envejecimiento de los labios así que es muy importante protegerlos, sobre todo, cuando va a haber una exposición directa. Para lograrlo con un toque de color nuestra maquilladora de cabecera opta por el Butter Stick Lip Treatment de Kiehl's.

Más duración: para que nos duren más tiempo los labios pintados hay un truco muy sencillo. Aplicar el carmín, fijarlo con un clínex (morder un pañuelo de papel o servilleta) y volver a aplicar el labial. 

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