Unos británicos de despedida de soltero en Benidorm pagaron a un indigente por tatuarse el nombre del novio en la frente
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La acción ha provocado una oleada de indignación
31 jul 2018 . Actualizado a las 23:23 h.Unos jóvenes británicos de despedida de soltero en Benidorm pagaron a un indigente polaco para que se tatuase el nombre del novio en la frente, según informa el medio británico Daily Star. Una acción que ha causado una profunda oleada de indignación.
Tomek, de 34 años y oriundo de Polonia, recibió por parte del grupo unos 100 euros para tatuarse «Jamie Blake, North Shields, NE28» en la cabeza aunque el tatuaje no se llegó a completar porque el indigente estaba sufriendo demasiado dolor.
El salón de tatuajes publicó originalmente en Facebook la imagen del momento en que a Tomek se le estaba realizando el tatuaje. Después la retiró, pero la fotografía sigue circulando por las redes sociales.
Karen Maling Cowles, presidente de la Asociación Empresarial Británica en Benidorm, quedó impactada e indignada por la imagen y por la acción de esos compatriotas suyos. A través de su página de Facebook se hizo eco de la campaña para recaudar fondos para costear la eliminación del tatuaje inacabado de Tomek.
«En un nivel humano, es repugnante, podría ser mi hijo», dice Karen en unas declaraciones que recoge The Guardian. «La comunidad británica está disgustada con eso y muchos turistas también. Es horrible, aprovecharse de la situación vulnerable de una persona y pensar que tirar un poco de dinero te da un poco de diversión rápida», añade.
Maling Cowles explicó que el indigente polaco era alcohólico y tenía además ictericia, dolor de espalda y temblores. Había caminado 2.700 kilómetros para llegar hasta Benidorm después de romper con su novia. Añadió que después de gastar parte del dinero que le había dado los turistas británicos, Tomek fue asaltado en la playa y sufrió el robo de los 17 euros que le quedaban. Además de conseguir dinero para eliminar el tatuaje desea ayudarle a reconducir su vida.
El novio de la despedida, Jamie Blake, ha aegurado al diario The Chronicle que desconocía los hechos y que él se enteró de lo ocurrido al día siguiente al ver las imágenes en las redes sociales y cuándo familiares y amigos le preguntaron si era él.
«No estaba allí en ese momento. Había un gran grupo de unos 30 de nosotros bebiendo en el bar. También había un grupo de muchachos irlandeses y Tomek. Me emborraché y me pidieron que dejara el bar. Nunca estuve en el salón de tatuajes y, por lo que yo sé, no recibió ningún dinero», explica Jamie Blake sobre los hechos a este medio británico.
Además asegura que Tomek no es indigente y que trabajar en una tienda.
«Ha sido una pesadilla, podría perder mi trabajo aquí», cuenta Jamie Blake.