Un pueblo estadounidense adelanta la Navidad para un niño con cáncer terminal

La Voz

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Foto publicada en el grupo Team Brody de Facebook, con el que la familia pidió ayuda a sus vecinos
Foto publicada en el grupo Team Brody de Facebook, con el que la familia pidió ayuda a sus vecinos

El pequeño Brody Allen, de 2 años, no vivirá lo suficiente para celebrar las fiestas, por lo que sus padres y sus vecinos decidieron adelantar los festejos para darle una última alegría

17 sep 2018 . Actualizado a las 12:13 h.

Impotencia, rabia y mucho dolor pero también compasión, emoción y máximo cariño se juntan en esta historia que desde que fue publicada por The New York Times acapara espacio en el corazón de muchos lectores. 

Su protagonista es Brody Allen, un pequeño estadounidense de dos años aquejado desde su nacimiento de un agresivo y extraño cáncer cerebral, una enfermedad que no le fue diagnosticada hasta el pasado mes de mayo cuando los especialistas descubrieron que lo que en principio parecía una infección de oídos revelaba la existencia de cuatro tumores embrionarios con rosetas de múltiples capas. El pequeño fue ingresado y tratado durante 98 días pero la aparición de un quinto tumor intratable hizo perder a los médicos y a la familia toda esperanza.

El periódico estadounidense aclara que fue hace cinco semanas cuando los padres recibieron la inclemente noticia de que a Brody Allen le quedaban dos meses de vida, un duro pronóstico que le alejaba de poder disfrutar de su última Navidad. Por ello, y a pesar del dolor, decidieron intentar que fuese feliz durante el tiempo que le quede de vida. 

La familia se animó a adelantar en su casa los festejos navideños y durante este septiembre colocó fuera de su vivienda -ubicada en Colerain Township, un suburbio de Cincinnati (Ohio)- un muñeco de nieve y varios de los motivos propios de la celebración. «Para él es solo Navidad», aseguraba al diario McKenzie Allen, de 21 años, hermana de Brody. «Se despertó un día y el árbol de Navidad estaba fuera. Él no sabe que no es realmente Navidad. Él simplemente lo está disfrutando», constata.

Aún así, la familia se dio cuenta que no era sencillo lograr a cuatro meses vista todos las decoraciones propias de la época. Por ello, abrieron en Facebook el portal Team Brody a través del que pidieron colaboración a sus vecinos para que el barrio luciese en verano como si fuese realmente Navidad. 

Dicho y hecho. Luces, adornos, copos de nieve, flores de pascua, guirnaldas, tarjetas navideñas, regalos o ayuda para que la casa del pequeño se ilumine por dentro y por fuera son solo algunas de las acciones con las que los residentes de este lugar de Cincinnati han querido paliar el dolor de la familia y arrancar una sonrisa a Brody Allen. 

Será el próximo domingo 23 de septiembre cuando al pequeño le sorprendan con un desfile navideño en el que no faltará Papá Noel, un camión de bomberos, villancicos o superhéroes.

El esfuerzo vale la pena. Su familia constata que ven a Brody Allen más animado. «Es realmente difícil, pero me encanta ver la alegría en sus ojos», destaca su madre a The New York Times. «Lo hicimos para hacerlo feliz», subraya.