Samantha Villar arremete contra la homeopatía por un jarabe para su hija

la voz REDACCIÓN

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La periodista fue a la farmacia a por un remedio para la tos imparable de su pequeña y le vendieron sin avisar un medicamento homeopático

12 feb 2019 . Actualizado a las 14:49 h.

La periodista Samantha Villar ha arremetido contra la homeopatía por un suceso que afectó recientemente a su vida personal. «Hace unos días me pasó algo en una farmacia que me parece escandaloso -explicaba Villar, según recoge la web formulatv-. Mi hija se levantó por la mañana con una tos bestia. Lo peor no era la tos en sí sino la frecuencia. Tosía cada 10 segundos, imparable».

Samantha acudió a la farmacia más cercana para pedir ayuda a los profesionales sobre algún remedio para aliviar a su hija. «La farmacéutica enseguida habló de dos jarabes, pero me recomendó uno de los dos. Confié en ella y cogí el que me recomendaba. Hasta ahí todo bien, aunque ya le sorprendió el precio (más de 10 euros) pero todavía le llamó más la atención la dosis: Me dijo que le diera un tapón cada hora. Me sorprendió, porque ningún medicamento se suele tomar tan a menudo».

Villar se llevó el jarabe y comenzó a dárselo a su pequeña según las indicaciones de la farmacéutica. «Pagué, le di un chupito de jarabe a mi hija todavía dentro de la farmacia, y salí. Al cabo de una hora repetimos dosis y al cabo de dos también. Fue a la tercera cuando mi marido me hizo ver algo».

Cuando se dio cuenta de que en realidad se trataba de un medicamento homeopático, se sorprendió. «Me quedé de piedra, porque la farmacéutica no me había alertado»,  asegura la periodista, que confiesa que no se había parado a mirar las indicaciones en el exterior del producto. «Es obvio en la caja, pero ¿quién mira la caja si te lo recomienda un farmacéutico?». Por ello, asegura que «si me hubiera informado, yo habría podido elegir si le daba algo a mi hija cuya eficacia no está comprobada científicamente o no».

 «No he podido volver a hablar con la farmacéutica. Algún día me gustaría hacerlo. Lo peor que ahora voy con cuatro ojos con el personal farmacéutico».