Harry ya está en Canadá con Meghan y Archie

LA VOZ REDACCION

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TOBY MELVILLE | reuters

El príncipe comienza su nueva vida tras el Megxit  horas después de reconocer que la situación le «entristece mucho»

21 ene 2020 . Actualizado a las 20:11 h.

Después de la tormenta, la calma ha llegado a la vida de los duques de Sussex. Una nueva vida lejos de Reino Unido, de su familia y de sus obligaciones reales. El príncipe Harry ha llegado a Canadá para reunirse con Meghan Markle y su hijo Archie. Lo ha hecho sonriente, relajado y con muy poco equipaje. 

El nieto de Isabel II salió de Londres en un vuelo de British Airways y tras diez horas de viaje aterrizó en el aeropuerto de Vancouver. Allí, según relata el Daily Mail, se montó en otro avión de WestJet para llegar hasta la isla de Vancouver donde está el resto de su familia. Su mujer hizo el mismo recorrido hace once días. Durante este tiempo Harry ha permanecido en Londres para negociar con la reina, su padre y su hermano, el nuevo estatus de la pareja. 

Mientras el hijo pequeño del príncipe Carlos volaba a Canadá, en el palacio de Buckingham se inauguraba esta nueva era en la familia real británica. Los duques de Cambridge presidían por primera vez en solitario una recepción. Todas las miradas estaban puestas en ellos durante este acto junto a 21 delegaciones africanas. Guillermo pronunció un discurso en el que se acordó de su hermano y de su amor por África: «Es el lugar al que mi padre nos trajo a mi hermano y a mí después de la muerte de nuestra madre. Y cuando decidía dónde proponer matrimonio a Catherine, no podía pensar en un sitio mejor que Kenia para ponerme de rodilla».

Horas antes de que Harry aterrizara en Canadá, Meghan Markle fue fotografiada paseando por el parque natural de Hort Hill Regional, cerca de su nueva residencia. La exactriz llevaba a su hijo Archie colgado en una mochila portabebés y sostenía las correas de dos perros. Junto a ella, que llevaba puestas unas botas de montaña, ropa deportiva y un gorro, iban dos miembros del equipo de seguridad. 

Una vez juntos, los duques de Sussex tendrán que terminar de perfilar cómo será su nueva vida sin ser altezas reales. El acuerdo al que llegaron con la reina comenzará a aplicarse en primavera, es entonces cuando dejarán de trabajar para la familia real.

En un discurso privado antes de dejar Londres, el hijo del príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales admitió que tomó la decisión de apartarse de la monarquía después de muchos meses de reflexión. Según dijo, Harry, de 35 años, y Meghan, de 38, hubieran querido seguir sirviendo a Isabel II, de 93 años, pero sin fondos públicos, aunque eso «no ha sido posible». Dejó claro que ni él ni su mujer están abandonando al Reino Unido.

«El Reino Unido es mi hogar y un lugar que yo quiero, eso nunca cambiará», recalcó el duque de Sussex, quien a principios de mes divulgó un comunicado en el que afirmaba que él y su mujer se apartaban de las labores más destacadas de la monarquía.

«Nuestra esperanza era continuar sirviendo a la Reina, a la Commonwealth (Mancomunidad Británica de Naciones, antiguas colonias), y mis asociaciones militares, pero sin fondos públicos. Desafortunadamente eso no ha sido posible. He aceptado esto, sabiendo que eso no cambia quien soy yo», agregó Harry en ese discurso pronunciado en Londres.

Agregó que, cuando se casó en mayo del 2018, «estábamos animados, teníamos esperanzas, y estábamos aquí para servir. Por esas razones, me entristece que se haya llegado a esto. La decisión que he tomado por mi esposa y por mi de retirarnos no se ha tomado a la ligera». A partir de la primavera, los duques dejarán de ser llamados «Sus Altezas Reales» y se retirarán de la vida pública, así como cualquier vínculo militar que tenga el príncipe.  «No había otra opción», añadió.

Aunque se desconocen algunos detalles del acuerdo alcanzado por la Familia Real, la reina Isabel II dijo que se ha hallado una solución «constructiva» que respalda los anhelos de su nieto, sexto en la línea de sucesión al trono. Como parte del pacto de lo que la prensa llama el Megxit o salida de los duques de Sussex de la Firma (como se conoce a la Casa Real británica), la pareja renunciará a recibir fondos públicos -no así a la paga procedente a nivel privado del príncipe Carlos-.