La colaboradora de televisión, fallecida de cáncer a los 69 años, organizó personalmente su último adiós y pidió ser trasladada a la ciudad donde reside su hija, Alba Santana
24 jun 2021 . Actualizado a las 18:25 h.La colaboradora de televisión Mila Ximénez, que falleció este miércoles a los 69 años como consecuencia de un cáncer de pulmón, organizó personalmente su despedida. En sus últimos momentos, consciente ya de la cercanía de su final, se encargó de señalar cómo quería que transcurriera todo una vez que ella falleciera.
Y así sucedió. Alba Santana se encargó de cumplir el último deseo de su madre. Después de que numerosos familiares, amigos y compañeros la despidieran el miércoles en el velatorio situado en el tanatorio de la M30, en la mañana de este jueves, Mila Ximénez ha sido incinerada y sus cenizas serán trasladas por su hija a Ámsterdam, donde reside con su marido y sus dos hijos. De este modo, Mila había dispuesto permanecer para siempre cerca de quienes fueron las grandes alegrías de su vida, su hija y sus nietos.
A su llegada al tanatorio, Alba, acompañada por sus tías Nani y Conchi, atendió a los medios de comunicación para agradecer el cariño recibido en estos duros momentos, como recoge Europa Press. «Gracias por vuestra atención, por el cariño, por el respeto», afirmaba a su llegada, confesando tener más fuerzas que el miércoles para dedicar unas palabras en memoria de su madre. «Sabéis que, aunque a veces se enfadaba, lo mucho que os quería en el fondo. Me quedo con todos los buenos recuerdos de todo lo que me contaba con vosotros», añadía, señalando el cariño que Mila tenía por los compañeros de la prensa.
Emocionada pero muy entera, Alba ha confesado sentirse «muy acompañada» en estos durísimos momentos: «No me quita la pena, pero me siento acompañada, incluso por el dolor de gente que ni siquiera la conocía».
«Me gustaría que la recordarais riéndose, como era ella. Creo que ella era única. En eso estamos todos de acuerdo, no habrá otra igual para lo bueno y para lo malo, pero yo la recuerdo con una sonrisa, que era una sonrisa que nos cautivaba a muchos», ha añadido, recordando a su madre.
Alba Santana no pudo contener la emoción cuando alguien le recordó lo orgullosa que estaba su madre de ella: «Y yo orgullosa de ser su hija. Espero continuar haciéndola lo más orgullosa posible el resto de mi vida». «Me váis a permitir, pero me voy a despedir otra vez de ella, gracias», finalizaba con lágrimas en los ojos.
El último adiós a Mila Ximénez antes de su incineración congregó en el tanatorio de la M30 a todos sus seres queridos en un día especialmente duro en el que su familia directa, su hija y sus hermanos Manolo, Concha y Encarna, recibieron el cariño de todos aquellos que conocieron y quisieron a la colaboradora.
