La bofetada británica obliga a un golpe de efecto en la Unión Europea

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Decepción entre los partidarios de quedarse en la Unión
Decepción entre los partidarios de quedarse en la Unión KEVIN COOMBS | REUTERS

El desánimo en la población menos favorecida pone en peligro el euro y la propia Europa

24 jun 2016 . Actualizado a las 13:47 h.

El resultado de la votación del Reino Unido es una bofetada en toda regla al mundo. La crisis económica sufrida por todas las naciones desde el 2008 y la política de inmigración diseñada, directa o indirectamente, desde Bruselas, Estados Unidos y Rusia ha generado un desánimo tal en la población menos favorecida que hoy está en peligro el euro y la propia Europa.

Con la marcha de los aún socios británicos, en lo inmediato nos enfrentamos a un proceso de desaceleración económica y a una inestabilidad política en la que los frentes independentistas de territorios próximos y lejanos aprovecharán la ocasión para hacer valer sus intereses. Los políticos -que nos han metido en estos lodos- tendrán que diseñar ahora un plan b. Porque no lo tienen, quizá porque su prepotencia no les ha dejado ver que el resultado de la votación de ayer podía ser un NO.

Europa necesita nuevos líderes que hagan que nuestras economías sean más y no menos.

Hay quien opina que Europa necesita en estos momentos tener un corazón duro y poner en marcha un plan Marshall para ayudar a aquellas naciones que no son capaces de retener a sus ciudadanos víctimas de guerras incruentas.

Europa necesita ser más fuerte pero siempre velando por el bienestar -social, laboral,sanitario, económico- de sus conciudadanos.

El Reino Unido ha despertado al mundo. De un tortazo. Ahora hay que esperar una solución que, en el largo plazo, no pasa por los intereses populistas tan imperantes en el más que nunca viejo continente