El FBI exculpa a Hillary Clinton, pese a ser negligente con el correo electrónico

Adriana Rey NUEVA YORK / E. LA VOZ

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MIKE STONE | REUTERS

La agencia confirma que compartió información «top secret» en su cuenta privada

06 jul 2016 . Actualizado a las 01:40 h.

El FBI ha dado carpetazo al escándalo de los correos electrónicos de Hillary Clinton porque dice no haber encontrado pruebas suficientes contra ella. Así lo anunció ayer el director de la agencia, James Comey, desde la sede de la agencia en Washington: «Ningún fiscal razonable presentaría cargos contra ella. No hay pruebas que respalden una imputación criminal en este caso».

A pesar de su contundente postura al respecto, el FBI no ocultó su alarma por una gestión que definió como «extremadamente descuidada». De hecho, Comey advirtió: «Aunque no se encontraron pruebas claras de que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, o sus compañeros tuvieran intención de violar las leyes que rigen el manejo de información clasificada, hay pruebas de que fueron muy negligentes en su manejo de información muy delicada, altamente clasificada».

En una comparecencia de la que ni siquiera la Casa Blanca estaba informada, el director del FBI desveló que hubo un intercambio de siete correos que trataron información top secret (el nivel más alto de clasificación confidencial de material a nivel nacional).

Además, existieron otros 110 correos electrónicos incluidos en 52 cadenas de mensajes que contenían información clasificada. Unos datos que ponen en tela de juicio la seguridad de dicha información, a pesar de que el FBI asegure no haber encontrado pruebas de intrusión de piratas informáticos. La agencia reconoce que «es posible» que personas o instituciones hostiles a Estados Unidos podrían haber tenido acceso a dicha información; es más, horas antes del anuncio, el portal Wikileaks aseguraba tener más de mil nuevos correos de Clinton sobre la guerra de Irak.

Sea como fuere, la investigación pasa ahora al Departamento de Justicia, aunque la decisión del FBI será definitiva, tal y como dijo la semana pasada la fiscal general de EEUU, Loretta Lynch. Esta fue muy criticada después de protagonizar un encuentro con el ex presidente Bill Clinton, marido de la candidata demócrata, por lo que confirmó a los medios que en ningún caso usaría sus poderes para anular la investigación que está llevando a cabo el FBI sobre un asunto tan delicado.

Hillary Clinton, contenta

El anuncio de Comey se producía el mismo día en el que el presidente Obama participaba por primera vez en un acto de campaña con Clinton, en Charlotte, Carolina del Norte. Allí, Obama reiteró su apoyo a la virtual candidata demócrata: «Estoy aquí porque creo en Hillary Clinton», dijo el presidente, quien manifestó estar «seguro de que no se va a rendir y no importa lo duro que sea el desafío». Y ella, quien se mostró «contenta» por la conclusión del FBI, llamó a «construir» sobre el legado y el «progreso» de Obama, en su primer mitin de campaña juntos.

El que no está tan contento con la resolución del FBI es, Donald Trump, quien aseguró no entender cómo no había cargos contra Hillary Clinton si el propio FBI había reconocido que la ex secretaria comprometió la seguridad nacional: «Sistema amañado. Muy injusto», denunciaba el magnate.

Algunas voces apuntan a que lo ocurrido supone un pequeño balón de oxígeno para la candidatura de demócrata. Otros creen que a veinte días de la convención del partido en Filadelfia, el daño ya está hecho: «No se sorprendan si dos semanas antes de la convención, llega Joe Biden en paracaídas como posible candidato», pronosticó el republicano John Boehner, expresidente del Congreso de Estados Unidos.