El senador que instruye el «impeachment» de Rousseff vota por enjuiciarla

AFP BRASILIA

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STRINGER | Reuters

Cree que violó la Constitución al aprobar gastos sin el visto bueno del Congreso

02 ago 2016 . Actualizado a las 19:32 h.

El senador que elabora el informe del impeachment contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, votó este martes a favor de que el proceso avance a la instancia final del juicio político, donde la mandataria suspendida podría perder su cargo definitivamente.

«Voto por la procedencia de la acusación y el proseguimiento del proceso», escribió el senador opositor socialdemócrata Antonio Anastasia (PSDB) en su informe de 441 páginas, que avaló los cargos de adulteración de las cuentas públicas que pesan sobre Rousseff.

«Es innegable (...) la ofensa al texto constitucional de las conductas bajo examen en este proceso de impeachment», añadió.

Rousseff está acusada de haber violado la Constitución al aprobar gastos sin la venia del Congreso y suscribir decretos para financiar al Tesoro a través de la banca pública, dos infracciones consideradas «crímenes de responsabilidad» que pueden poner fin a su mandato e inhabilitarla para ejercer cargos públicos durante ocho años.

Una amplia mayoría del Senado, encargado de juzgar la conducta de la ahijada política de Luiz Inacio Lula da Silva, considera que será destituida.

El parecer de Anastasia, divulgado en el sitio de internet del Senado, será leído esta tarde ante la comisión especial que tramita el impeachment y, tras un día de debate, será votado por ese colegiado de 21 senadores el próximo 4 de agosto.

La recomendación que dé la comisión no es vinculante y para que el proceso prosiga deberá ser refrendada por una mayoría simple (41 votos) en el pleno de 81 senadores el martes 9.

De verificarse ese escenario, el presidente de la corte suprema, Ricardo Lewandowski, fijará una fecha para iniciar el juicio final, que ya anticipó podría ser el 29 de agosto tras el cierre de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro que comienzan este viernes.

La suspensión de Rousseff en mayo dejó la presidencia en manos de su vice, Michel Temer, que saltó a la oposición para articular un amplio abanico político que trabaja para destituir a su exaliada y compañera de fórmula, a quien acusan de liderar un gobierno que sumergió a Brasil en su peor crisis en décadas.

Rousseff, de 68 años, afirma que es víctima de un golpe parlamentario que busca llegar al poder por un atajo.

En caso de que Rousseff pierda su mandato, Temer presidirá el país hasta fines del 2018.