Trump da un giro a su campaña para reflotar su candidatura

Adriana Rey NUEVA YORK / E. LA VOZ

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ERIC THAYER | REUTERS

Remodela su equipo y pone al frente a un provocador como él

18 ago 2016 . Actualizado a las 07:48 h.

Más populismo, más nacionalismo y más dureza contra Hillary Clinton. Así se podría resumir la nueva estrategia de la campaña de Donald Trump, que en las últimas horas se ha convertido en un nuevo indicio de turbulencias en el Partido Republicano. Gloves off o lo que es lo mismo, es hora de pasar a la acción. Esta será la máxima a partir de este momento, tal y como apuntan diferentes voces cercanas a su candidatura, marcada por nuevas incorporaciones. La que más sorpresa ha provocado ha sido la de Steve Bannon, nada menos que el presidente de Breitbart News, publicación conocida por su dureza contra los demócratas y contra el propio establishment republicano. Es más, el propio Bannon cargó en diferentes ocasiones contra el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. «Es una persona fenomenal, un campeón y tenemos que ganar», dijo el candidato republicano de Bannon. 

Las espadas ya están en alto y hay que recuperar el terreno perdido en las últimas encuestas, a pesar, eso sí, de que muchos siguen considerando que no todo vale. Y es que con este nombramiento, los republicanos más críticos deberán abandonar cualquier esperanza de que Trump adquiera una postura más presidencial, como deseaba el ala más conservadora y a la que representa su número dos y candidato a la vicepresidencia de EE.UU., Mike Pence.

Precisamente en las últimas horas, más de 120 representantes de ese descontento pedían al partido dejar de financiar al multimillonario porque consideran que la carrera por la Casa Blanca está perdida y ahora conviene centrar los esfuerzos en mantener la mayoría en el Congreso. La semana pasada ya había sido más de 70 influyentes republicanos los que habían solicitado que se cortara la financiación.

Se trata de la segunda remodelación del equipo de campaña de Trump en los últimos dos meses y que afecta de lleno a la figura de Paul Manafort, mano derecha de Trump, que ve cómo su cargo al frente de la campaña queda sumamente diluido. Tras ser acusado de recibir dinero ilegal de la facción prorrusa de Ucrania, la agencia Associated Press asegura ahora que Manafort ayudó además a este partido a enviar clandestinamente más de dos millones de dólares a dos firmas de acción política en Washington, en el 2012. 

Información clasificada 

En paralelo y a 82 días de las elecciones, Trump recibía ayer su primer informe de inteligencia en una de las sedes que el FBI tiene en Nueva York. A la reunión asistían también el ex fiscal y teniente general Michael Flynn y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. La presencia de ambos hace suponer que, de ganar la presidencia de EE.UU., el magnate contaría con ellos en su gabinete.

Eso sí, las últimas informaciones no pintan nada bien para el futuro de Christie y es que según el diario The New York Times, el estado de Nueva Jersey perdonó más de 25 millones en impuestos a los casinos de Trump, justo cuando su asesor ocupó el cargo de gobernador.  

Los «hackers» atacan a los espías de la NSA

El suceso se presenta como el mejor ejemplo del «cazador, cazado». Eso es lo que al menos parece después de que un grupo de hackers conocidos como Shadow Brokers (los corredores en la sombra) hayan filtrado programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés). Así lo aseguraron a través Twitter y después de conseguir acceder al Grupo de Ecuaciones, la división más potente de la agencia. «Las evidencias indirectas y el sentido común apuntan a que la responsabilidad es de Rusia», dijo Edward Snowden, exanalista de la NSA, refugiado precisamente en el país que preside Vladimir Putin. Snowden fue el mismo que denunció hace tres años los métodos de espionaje de la agencia, desde donde supuestamente se observaba de cerca a las Naciones Unidas y jefes de Estado de todo el mundo, además de recolectar masivamente datos sus ciudadanos.