El G20 busca una tregua en Siria y una vía para reactivar la economía

L. Fernández Palomo, R.P. AMÁN, REDACCIÓN / E. LA VOZ

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HOW HWEE YOUNG | Efe

Xi llama a los líderes a pasar de las palabras a la acción al inaugurar la cumbre

05 sep 2016 . Actualizado a las 07:27 h.

El presidente de China, Xi Jinping, inauguró ayer la cumbre del G20 en la ciudad de Hangzhou llamando a este foro a dejar de ser «un mentidero» para convertirse en un «grupo de acción». «Espero que en Hangzhou podamos tomar medidas concretas, sin discusiones huecas», dijo Xi. El deseo de China de que en este foro -que reúne a las 19 principales economías mundiales y a la Unión Europea- se tomen medidas para reactivar la economía quedaron eclipsados por la frenética actividad diplomática al margen de la cumbre, sobre todo las negociaciones entre EE.UU. y Rusia para cerrar un alto el fuego en la guerra de Siria

Mientras en la cumbre se abordaba la tregua, el régimen de Bachar al Asad conseguía volver a sitiar la ciudad de Alepo, en el norte del país, al recuperar la carretera de Ramusa, una ruta clave para el suministro que hace apenas un mes los rebeldes habían conquistado, rompiendo así el asedio. Las fuerzas leales a Damasco retomaron la academia de municiones y expulsaron a los grupos opositores liderados por el Frente Fath al Sham (anterior Frente al Nusra, filial de Al Qaida).

Estados Unido., pendiente de los acontecimientos en el campo de batalla, ya había advertido que no avanzaría en el acuerdo para un alto el fuego si Rusia, que apoya con su fuerza aérea la ofensiva del régimen, no hacía concesiones para «reducir la violencia y mitigar la crisis humanitaria». El presidente Barack Obama, reconoció las «graves diferencias» entre Washington y Moscú que han impedido el pacto para aliviar a la castigada Alepo.

El jefe de la diplomacia de EE.UU., John Kerry, mostró su intención de seguir negociando hoy con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, aunque asumió que «todavía quedan un par de asuntos duros por resolver». Su nueva cita coincidirá con la reunión bilateral entre Obama y Vladimir Putin, conscientes de la dificultad pero también de su urgencia para permitir víveres y medicinas a la población. «Lógicamente, como los ceses de las hostilidades previos no se mantuvieron, nuestro enfoque es de cierto escepticismo», admitió el líder estadounidense.  El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue uno los líderes más solicitados por la inestable situación de su país tras fallido golpe de Estado y dada su implicación en la crisis de refugiados y en la guerra Siria. Con Obama trató la intervención terrestre turca en el norte de Siria contra el Estado Islámico (EI) y los kurdos, aliados de Washington. 

Reunión de los BRICS

La sucesión de encuentros bilaterales dejó en un segundo plano la reunión informal del bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), pero también el comienzo de las sesiones oficiales de la cumbre, dedicadas a la recuperación económica. En su estreno en el exterior como presidente de Brasil, Michel Temer prometió que el gigante sudamericano volverá a crecer gracias y lo hará gracias a las reformas que va a emprender, entre ellas un plan de privatizaciones y concesiones.

El Estado Islámico pierde su feudo en la frontera sirio-turca

Facciones rebeldes sirios apoyadas por tanques y aviones de combate turcos desalojaron ayer al Estado Islámico (EI) de sus últimas posiciones en la frontera sirio-turca. El grupo yihadista se ha quedado así acorralado en el norte de Siria, sin salida hacia Turquía. El avance fue confirmado tanto por la agencia turca Anadolu como por grupos rebeldes y el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Ahora el Ejército Libre Sirio (ELS) controla la franja fronteriza desde Yarablus, en el este, hasta Azaz, en el oeste. La derrota priva a los hombre del califato de una vía fundamental para obtener suministros y adeptos.

Poco antes de conocerse el avance rebelde, el presidente Recep Tayyip Erdogan reiteraba en el G20 que no permitirá un «corredor terrorista» en la frontera sur del país.

El sábado, el Ejército turco había cruzado la frontera con una veintena de tanques y otros vehículos blindados en el marco de la operación Escudo del Éufrates, que también va dirigida contra la milicia kurda siria Unidades de Protección Popular (YPG), a la que Ankara considera una organización terrorista y que es el principal aliado de EE.UU. en la lucha contra el califato.

May recibe críticas y advertencias en su defensa del «brexit»

La primera ministra británica, Theresa May, activó ayer su ofensiva para asegurar el éxito del brexit, si bien se topó a su llegada con críticas y advertencias en su primera cumbre del G20. Las dificultades no le hicieron dudar y volvió a reiterar el portazo a la Unión Europea: ««Brexit significa efectivamente brexit». «No habrá un segundo referendo, ni un intento para dar marcha atrás o escapar» de lo que decidieron las urnas, agregó. 

Arrancó la mañana con su primer encuentro bilateral con Barack Obama, que fue uno de los líderes que más patente hizo su defensa de la permanencia del Reino Unido en la UE. En una rueda de prensa posterior, ambos mandatarios escenificaron la «fortaleza» de su alianza pese al brexit, si bien Obama aclaró que negociar un tratado de libre comercio con Londres no es su prioridad. Los líderes de la Unión, presentes en la cumbre, le recordaron por su parte que Londres no puede emprender negociaciones comerciales con ningún otro país mientras siga siendo miembro del bloque. 

Mientras se acumulan las incógnitas sobre cómo y cuándo se materializará el divorcio, Japón se sumaba a las advertencias de forma previa al G20 con un detallado informe gubernamental en el que pedía claridad sobre el proceso y recalcaba la posibilidad de la salida de firmas niponas del Reino Unido en el caso de grandes cambios en la legislación.

Frente a las dudas, la primera ministra británica optó por el optimismo: «Podemos aprovechar -y lo haremos- las oportunidades que se nos presentan con el brexit, y lograremos que sean un éxito», decía acompañada de Obama frente a la prensa.  

May repitió ese mismo mensaje en su reunión con Vladimir Putin, con quien trató de tender puentes tras unos años marcados por las diferencias entre ambos países, con David Cameron al frente del Gobierno. La «premier» continúe en esa línea en sus encuentros bilaterales programados para hoy, que incluyen un cara a cara con uno de sus históricos aliados, Australia.