Más división que nunca, quince años después

M. OTERO REDACCIÓN / LA VOZ

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Obama recordó que «es importante la forma en que respondemos al terrorismo»

11 sep 2016 . Actualizado a las 16:42 h.

A las 8.45 horas del 11 de septiembre del 2001 un Boeing 767 de American Airlines impactaba contra las torres gemelas de Nueva York. EE.UU. vivía ese día el mayor ataque terrorista de su historia, con casi tres mil personas muertas. Quince años después, el país recuerda a sus víctimas dividido en medio de una polémica campaña electoral en la que el candidato republicano, Donald Trump, anuncia, entre otras medidas, la prohibición de la entrada en el país a todos los musulmanes, mientras que los que ya residen en el país denuncian que siguen haciendo frente a episodios de violencia contra sus mezquitas.

En vísperas de la celebración del aniversario, el presidente Barack Obama pidió a los estadounidenses que permanezcan unidos ante la amenaza terrorista, en un velado golpe contra Donald Trump. Es importante «la forma en que respondemos al terrorismo», aseguró, y añadió que «no podemos rendirnos ante aquellos que nos quieren dividir. No podemos reaccionar de forma que se erosione el tejido de nuestra sociedad». Obama tiene previsto guardar hoy un minuto de silencio en la Casa Blanca y después hará un discurso ante el memorial del Pentágono.

Solo dos días antes del aniversario, el viernes, el Congreso autorizaba a los familiares de las víctimas de los atentados a presentar demandas contra Arabia Saudí por supuestos vínculos con los terroristas, ya que 15 de los 19 autores eran de ese país. Obama, sin embargo, anunció que vetaría esta ley, ante el temor de que lluevan demandas de otros países contra EE.UU. También surgieron voces -como la de candidata a la Casa Blanca por el Partido Verde, Jill Stein-, que exigen una nueva investigación de los hechos, «que no esté dominada por intereses en proteger la reputación y las carreras de las comunidades diplomáticas y de inteligencia».

La candidata criticó la opacidad del entonces presidente, George W. Bush, justo ayer, el día en que salía a la luz el relato completo de las horas que pasó a bordo del Air Force One el 11-S por temor a sufrir también él un atentado. Desde el avión Bush habló con el vicepresidente, Dick Cheney y le dijo «parece que estamos en guerra», y añadió «cuando sepamos quién ha hecho esto, no les gustaré como presidente. Alguien tiene que pagar por lo que ha pasado». Más tarde manifestó su intención de regresar a Washington y le dijo a su mujer «si estoy en la Casa Blanca y un avión viene hacia mí, todo lo que puedo decir es que espero haber leído la biblia ese día».

Astrid Silva considera «aterradores» los comentarios del hijo de Trump

Un día después de que Donald Trump Jr., uno de los hijos del magnate, advirtiese a la famosa mexicana indocumentada Astrid Silva de una posible deportación si su padre llega a la Casa Blanca, la inmigrante urgió a los estadounidenses a votar por Hillary Clinton el 8 de noviembre. En referencia a los comentarios de Barack Obama, que mencionó a Silva en un discurso como ejemplo de la necesidad de frenar la deportación, Trump Jr. aseguró que «posiblemente sea una buena chica. De acuerdo, lo entiendo. Pero las cosas se tienen que hacer bien».

Silva calificó en un comunicado los comentarios de Trump Jr. de «ofensivos» y «aterradores» no solo para ella, sino para todas las familias de indocumentados del país. «Donald Jr. confirmó lo que yo ya sabía: Donald Trump creará una fuerza de deportación para acorralarme, detenerme y deportarme a mí y a mi familia. Eso es aterrador y le tomo la palabra», añadió.