May rectifica y no pedirá identificar a los trabajadores foráneos tras el «brexit»

Rita Álvarez de Tudela LONDRES / E. LA VOZ

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La primera ministra británica exige a la Unión Europea «un trato recíproco»

11 oct 2016 . Actualizado a las 08:43 h.

Tras dar marcha atrás a la polémica medida de identificar a los extranjeros que trabajan en empresas británicas -merced a las críticas recibidas de la UE y a los empresarios de la propia isla-, la primera ministra, Theresa May, rebajó por segundo día consecutivo el tono de su discurso sobre los ciudadanos de la Unión Europea que viven en el Reino Unido, diciendo que espera garantizar sus derechos legales, a la par que confía en que el brexit sea un proceso tranquilo.

May dio a entender que escuchaba el mensaje de Bruselas, que criticó su propuesta migratoria. A cambio, la conservadora pidió reciprocidad con los ciudadanos británicos que viven en Europa, para que reciban «el mismo trato». May intentó calmar las aguas, alegando la relación «madura y de cooperación» que tienen dos amigos y aliados estrechos. «Es en interés del Reino Unido y del resto de países de la UE», explicó.

Mientras, un grupo de ciudadanos franceses residentes en la isla preocupados por la estrategia de Londres, puso en marcha el grupo «3 Million Forum» para exigir al Gobierno de May una nueva legislación que proteja sus derechos y atajar además la «retórica xenófoba», pues los ataques racistas en el Reino Unido han aumentado un 147 % desde el brexit ganó en el referendo.

Ante el inestable clima político del Reino Unido, la libra esterlina respondió con nuevas pérdidas, que la desplomaron al nivel más bajo de las últimas tres décadas, por el miedo de los inversores a que Londres opte por una salida de la UE «de línea dura», es decir, con fuertes controles de inmigración y sin acceso al mercado único. A la par, el Gobierno de May quiere que Irlanda refuerce los controles fronterizos en sus puntos de entrada internacionales para combatir la inmigración al Reino Unido a través de Irlanda del Norte.

No a los laboristas

En una mediática sesión en el Parlamento, el ministro a cargo del brexit, David Davis, negó la posibilidad de que los parlamentarios puedan votar los términos de la negociación, tal y como piden el exlíder laborista Ed Miliband y el exlíder liberaldemócrata Nick Clegg. Davis explicó que habrá oportunidad de que sean debatidos en múltiples sesiones, pero subrayó como también es importante que su Gobierno sea capaz de negociar sin ataduras lo que considera mejor para el interés nacional.

Para el ministro, hablar de una salida de la Unión Europea con los términos «dura» o «blanda» solo «sirve para engañar», dando a entender que Downing Street podría aceptar un acuerdo comercial de transición con la UE si no llegan a un acuerdo en los dos años que hay para las negociaciones desde que se active el artículo 50.

Rescate a menores de Calais

Mientras, la titular británica de Interior, Amber Rudd, centró su intervención plenaria en comprometerse a traer al Reino Unido «en días» a docenas de menores que están en el campo de refugiados conocido como La Jungla, en Calais. Previamente, su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, le había pedido que acoja a «varios cientos», pues casi el 80 % de los que malviven en ese campamento son susceptibles de solicitar asilo.