Venezuela, ¿quién sostiene a Maduro?

Julio Á. Fariñas A CORUÑA

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Nicolás Maduro con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Nicolás Maduro con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino. CARLOS GARCIA RAWLINS | Reuters

El desenlace de la crisis venezolana, para bien o para mal, parece cada día más inminente. Los acontecimientos se precipitan de un día para otro. Esta semana que entra, según los analistas más solventes, podría ser decisiva.

30 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La reciente decisión de régimen oficializar,sine die la suspensión del referendo revocatorio, que era la espita que podía aliviar un poco la presión y así evitar que estallase la olla, precipitó, voluntaria o involuntariamente, los acontecimientos.

La oposición no se quedó de brazos cruzados. Para empezar, en un pleno extraordinario de la Asamblea Nacional celebrado el pasado 23 de octubre aprobó una resolución que reclama el restablecimiento del orden constitucional en el país y en el acordaron iniciar un proceso político para su separación del cargo.  Si antes no recoge velas, el jueves, día tres la oposición acudirá al palacio presidencial de Miraflores para notificarle el acuerdo.

El día del pleno las escasas huestes civiles que le quedan a Maduro contraatacaron violentamente, como siempre.La sesión fue temporalmente interrumpida por un centenar  chavistas revolucionario  comandadas por Jorge Rodriguez, alcalde de Caracas

Los agentes de los  fuerzas de seguridad del estado dependientes del Ejecutivo que custodiaban la sede parlamentaria nada hicieron por impedirlo.A más de uno este asalto le recordó el monagazo de enero de 1848. Esta vez también hubo heridos pero no muertos. Aquel desembocó en una dictadura que duró 12 año y este fue una constatación más de que el chavismo lo que tiene de democrático le estorba cuando el veredicto de las urnas no le es favorable.

El derecho a la democracia

El documento redactado y aprobado, además de declarar la ruptura del orden  constitucional y la existencia de un golpe de estado  perpetrado por el régimen de Nicolás Maduro, incluye el inicio del procedimiento de Declaratoria de Responsabilidad Política del presidente, lo emplaza a comparecer ente la Cámara el próximo martes, lo que viene siendo la versión venezolana del impeachment que apartó recientemente del cargo a la presidenta de Brasil. También se creó una comisión parlamentaria especial que evalúe la posibilidad de que la Asamblea Nacional declare el abandono del cargo por el presidente. Igualmente  acordaron solicitar de la comunidad internacional  «la activación de todos los mecanismos necesarios para garantizar los derechos del pueblo de Venezuela, en especial su derecho a la democracia».

Todo ello seguido de manifestaciones masivas en las calles todo el país que fueron reprimidas sin contemplaciones, con especial dureza en el interior del país y un paro general que tuvo lugar el pasado viernes con un seguimiento nada desdeñable, a pesar de las coacciones y amenazas a los dueños de empresas y negocios bedel todo tipo.

¿Lo arreglará Bergoglio?

Mientras tanto, el  todavía presidente aprovechó su gira internacional en la que utilizó nada menos que dos aviones, para hacer escala en Roma y logró ser recibido en audiencia privada por el papa Bergoglio quien, tras leerle la cartilla, a través de uno de sus portavoces anunció el inicio del diálogo entre las partes en conflicto para ayer en Margarita.  Un anuncio que a las pocas horas quedó en nada porque distintos dirigentes de la oposición se apresuraron a declarar que nadie los había informado de nada y que se habían enterado de la cita por la prensa.

No obstante, la oposición ha dejado claro que sigue abierta al diálogo, siempre que las circunstancias objetivas lo hagan factible y no sea una nueva treta para ganar tiempo.

¿Tiempo para qué?

Cada día hay más chavistas que se recatan en manifestar que están hartos de Maduro y convencidos que la situación actual es insostenible y que con él no es posible salir de la crisis que padece el país. 

Analistas solventes como el director del Venebarómetro hablan de que los único que apuestan por aguantar hasta el final son «Maduro y seis más». Es decir los que tienen más que perder con el cambio y que en investigaciones parlamentarias que están en marcha desde la Asamblea Nacional y en procesos judiciales abiertos fuera del pais, especialmente en Estados Unidos, aparecen como los grandes depredadores de los recursos económicos del país, especialmente de la petrolera estatal PDVSA, o como implicados en el narcotráfico. 

La agencia de noticias Bloomberg publica esta semana que fiscales federales de Estados Unidos estarían preparando cargos y la confiscación de propiedades por el presunto saqueo de dineros de la estatal venezolana PDVSA, en lo que sería una de las operaciones de confiscación de activos más grande en la historia de EE.UU.

Bloomberg, sin dar nombres,  cita tres personas familiarizadas con el caso aseguran que el gobierno federal ha estado investigando al menos a una docena de venezolanos y se espera que presenten cargos en Houston contra algunos de ellos ya el próximo mes. Los que están en la lista, entre ellos ex ejecutivos de Petróleos de Venezuela, SA, conocida como PDVSA, son sospechosos de haber aceptado sobornos de intermediarios para adjudicar contratos a precios inflados, ayudando a fugar más de 11.000 millones a EE.UU

Ismael Garcia vicepresidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, señaló en recientes declaraciones que sus investigaciones indican que Venezuela ha perdido en 2013 por la corrupción dentro de sus entes públicos más de  70.000 millones de dólares, casi el 16 %de su producto interno bruto (PIB), según datos del Banco Mundial. 

García declaró que una de las entidades más corruptas fue la petrolera estatal, que representa casi el 95 % de las divisas de Venezuela y aporta el 25 % del PIB del país. Por su parte, el presidente de la comisión, Freddy Guevara, afirmó que entre 2004 y 2014 se perdieron 11.000 millones.

Padrino

Pero el principal punto de apoyo de Maduro para sostenerse en el poder es su Padrino Vladimir, actual ministro de Defensa, el auténtico poder fáctico del país, que además de ser el jefe máximo de las Fuerzas Armadas, controla la distribución de todos los productos de consumo básicos que se importan y Camimpeg, una empresa paralela a PDVSA que se sacó de la manga Maduro el pasado mes de febrero para controlar los recursos petroleros y mineros en general del país. 

De momento dispara más en Twitter que en el campo de batalla, pero es el que tiene que dar las órdenes sobre cómo enfrentarse a. Esta semana que circulaba por las redes un vídeo estremecedor de las últimas manifestaciones en el que un joven plantaba cara a un soldado diciéndole: «¿me vas a matar porque  tengo hambre? ¡Dispara! La semana que empieza se presenta como decisiva.