Trump seduce al demócrata Gore tras una reunión con Ivanka

ADRIANA REY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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DOMINICK REUTER | afp

«Fue una charla productiva», dijo el exvicepresidente con cautela al salir

07 dic 2016 . Actualizado a las 07:39 h.

Donald Trump sigue jugando al despiste desde lo alto de su torre en la Quinta Avenida de Nueva York. Haciendo gala de su carácter imprevisible, se reunió con el exvicepresidente demócrata, Al Gore, para hablar sobre el cambio climático, aquello que Trump definió como una «farsa, inventada por los chinos» y por lo que prometió sacar a EE.UU. del acuerdo de París sobre el clima.

Su postura al respecto podría cambiar y la razón tiene nombre y apellido: Ivanka Trump. La hija predilecta del empresario fue una de las figuras que supo mantener el tono presidencial durante la campaña y ahora lo repite dentro del equipo de transición y asesora en cuestiones sociales y ambientales. Un papel hecho a medida para una mujer que discrepa en algunas de las posturas de su padre y que podría servir de puente entre la futura administración y muchos de los liberales más influyentes del país.

«Fue una conversación larga y productiva», confesó Gore con cautela. Y es que no hay que olvidar que aunque no sea el caso de Ivanka, buena parte del equipo de transición lo conforman pesos pesados que han expresado muchas dudas sobre el problema climático. Por ello, ayer y a través de una misiva, 800 científicos insistían a Trump en que no de la espalda a las acciones para combatir este fenómeno. Días antes, el reclamo lo había hecho el actor y defensor ambiental, Leonardo D iCaprio, tras reunirse con la heredera de la dinastía Trump.

Aunque su futuro papel todavía es una incógnita, la influencia de Ivanka es incuestionable y junto a su esposo, Jared Kushner, conforman el tándem de más confianza del entorno del presidente electo. De hecho, ambos ya están buscando casa en Washington. Ivanka se mudará cuando sus hijos terminen el año escolar en Nueva York, mientras que su marido se trasladará en cuanto Trump sea investido, probablemente como asesor.

A la espera de los próximos nombramientos, Trump ha vuelto a desatar una tormenta en Twitter tras cargar contra Boeing y pedir la cancelación de un contrato para que la compañía fabricase el nuevo modelo del avión presidencial, Air Force One: «¡Cancelen la orden!», anunció tras asegurar que no gastará 4.000 millones de dólares en él.

Lejos de disminuir, los inadecuados arranques del neoyorquino en las redes sociales están agotando la paciencia de muchos. Ha sido el caso de Christopher Suprun, elector republicano de Texas. Suprun anunció que no votará por Trump en el Colegio Electoral del día 19 de diciembre: «Trump carece de experiencia para servir como comandante en jefe». Si cumple su promesa, se convertiría en el primer elector que intenta bloquear la posibilidad de que el empresario llegue a la Casa Blanca. Otro miembro del colegio en Texas, Art Sisneros, prefirió renunciar a su puesto para no traicionar sus convicciones.