La caída de la ciudad es inminente, con el 90 % ya en manos del régimen sirio
13 dic 2016 . Actualizado a las 08:04 h.Alepo tiene las horas contadas. La batalla toca a su fin con la inminente caída en manos del régimen de Bachar al Asad y con suerte el devenir de la guerra siria se decanta del lado de Damasco. El Ejército sirio y sus aliados lanzaron ayer la «fase final» de la ofensiva contra la antigua capital económica del país, con los rebeldes batiéndose en retirada. Los combatientes de la oposición están confinadas en un pequeño sector del sureste, tras retirarse ayer otros seis barrios, mientras más del 90 % de su antiguo territorio está en manos de las fuerzas gubernamentales. «La batalla en el este de Alepo debe terminar rápidamente. [Los rebeldes] no tiene mucho tiempo. Tienen que rendirse o morir», proclamó en el recién conquistado barrio de Seij Said el teniente general Zaid al Saleh, jefe del comité de seguridad de Alepo.
La violencia se ha impuesto, frente a todos los intentos de negociación. Tanto Damasco como Rusia no estaban dispuestos a soltar la presa que decantaría la guerra hacia su bando. La reconquista de Alepo será su mayor victoria en los casi seis años de guerra en Siria. Los opositores que aún resisten no han dejado de enviar mensajes de auxilio, después de que fracasaran las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia para acordar su salida. «Este es nuestro último SOS», escribió uno en una red social, según recoge la agencia alemana DPA. «Esperamos seguir con vida más tiempo, realmente ya no sé qué más decir», dice otro en un audio en el que se percibe el pánico en su voz.
El «fin del mundo»
Los habitantes aseguran estar atrapados ya que no hay opción de rescatarlos en medio de los contantes bombardeos. El profesor Abdul Kafi Alhamado describía desde la zona asediada la situación a la BBC como el «del fin del mundo». «Las bombas caen por todas partes, la gente solo corre, nadie se atreve a ayudar a los que resultan heridos en las calles, algunas personas están bajo los escombros», explicó.
Unos 130.000 civiles han abandonado los barrios de la oposición desde el inicio de la ofensiva hace cuatro semanas, de acuerdo con los cálculos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). El último éxodo se produjo ayer con la huida de más de 10.000 civiles de los barrios del este hacia los sectores bajo control gubernamental. Según Rusia, unos 728 combatientes sirios depusieron ayer las armas. En total, en los últimos días, se habrían rendido unos 2.200.
La ofensiva fulminante del Ejército de Damasco fue lanzada hace cuatro semanas con el apoyo de combatientes iraníes de la Guardia Revolucionaria y libaneses del Hezbolá, y respaldados por bombardeos rusos. Un corresponsal de la agencia France Press sobre el terreno indicó ayer que los ataques eran los más intensos desde hacía varios días.
La madre de todas las batallas toca a su fin, pero la oposición asegura que no será su rendición ni hará «concesiones».
El Estado Islámico lanza una ofensiva tras reconquistar Palmira
El Estado Islámico (EI) lanzó ayer una ofensiva en el desierto de la provincia central de Homs, capturando campos petroleros y posiciones gubernamentales, después de reconquistar el domingo la ciudad de Palmira nueve meses después de haber sido expulsado de ella. Los yihadistas lograron ayer cercar la base aérea T4, situada en una zona desértica y empleada por aviones sirios y rusos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Esta oenegé con informantes sobre el terreno indicó que los yihadistas avanzaban hacia el sur y al oeste de Palmira contra el Ejército de Damasco cerca de la ciudad de Al Qaryatain mientras los aviones rusos proseguían atacándolos desde el aire. Mientras los yihadistas apostados en Palmira ejecutaron a ocho combatientes prorrégimen.
53 muertos por gas tóxico
Al menos 53 civiles perdían la vida en un supuesto ataque con gases tóxicos lanzado ayer por aviones de guerra de origen desconocido en localidades controladas por el Estado Islámico en la vecina provincia de Hama, indicó la oenegé. Entre los fallecidos hay al menos 17 niños, agregó la oenegé, que precisó que el bombardeo tuvo lugar en la zona de Aquirabat, bajo el control del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y ubicada en el este de la provincia central de Hama.
El Observatorio, que citó a testigos, apuntó que los proyectiles contenían sustancias tóxicas que causaron síntomas de asfixia entre los afectados.