Lagarde insiste en su inocencia ante un tribunal de tres jueces y 12 parlamentarios

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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MARTIN BUREAU

En caso de ser declarada culpable, la directora del FMI puede ser condenada a un año de prisión y al pago de una multa de 15.000 euros

13 dic 2016 . Actualizado a las 08:04 h.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, insistió en defender su inocencia en el juicio que comenzó ayer contra ella en París, en el que está acusada de haber permitido por negligencia la malversación de fondos públicos cuando era ministra de Finanzas de Francia.

«Por fin quiero demostrar que de ninguna manera soy culpable de negligencia», dijo Lagarde, de 60 años, ante el Tribunal de Justicia de la República en París, un organismo que solo juzga a ministros y altos cargos que cometen infracciones en el ejercicio de su cargo y que está formado por tres jueces profesionales y 12 parlamentarios.

En caso de ser declarada culpable, Lagarde puede ser condenada a un año de prisión y al pago de una multa de 15.000 euros (unos 15.800 dólares). Además, quedaría en entredicho su permanencia al frente del FMI.

El abogado de Lagarde, Patrick Maisonneuve, solicitó aplazar el juicio porque las investigaciones sobre estafa aún no han concluido y no estaría claro si efectivamente se malversaron fondos públicos.

En el 2007, Lagarde dio luz verde a un procedimiento arbitral que otorgaba al empresario Bernard Tapie una indemnización de 403 millones de euros por haber sido supuestamente víctima de una estafa cuando una sucursal del banco Crédit Lyonnais vendió su participación accionarial en Adidas, el fabricante alemán de artículos deportivos.

Los críticos denunciaron que la indemnización era demasiado generosa y expresaron la sospecha de que esta le fue concedida a Tapie gracias a los contactos del empresario con políticos franceses, entre ellos el entonces presidente Nicolas Sarkozy. Entre tanto, varios tribunales franceses ya han anulado la elevada indemnización.

Según la fiscalía, al aprobar el arbitraje en 2007 y no interponer un recurso de apelación, Lagarde había actuado de forma precipitada y sin haber analizado el asunto suficientemente.