Al menos cuatro muertos y 15 heridos en un ataque con un camión en Jerusalén

Laura Fernández Palomo JERUSALÉN / CORRESPONSAL

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El conductor, un árabe con ciudadanía israelí, murió tiroteado por las fuerzas de seguridad tras precipitar el vehículo pesado contra un grupo de soldados

09 ene 2017 . Actualizado a las 00:23 h.

Un palestino al volante de un camión arrolló ayer a un grupo de soldados israelíes en Jerusalén y mató a cuatro veinteañeros uniformados, tres mujeres y un hombre. Además, 17 resultaron heridos y fueron trasladados a centros hospitalarios. Unas cámaras de seguridad captaron el momento en el que el vehículo pesado se abalanza sobre los jóvenes que habían descendido de un autocar, durante una parada de un curso de entrenamiento, en un paseo desde donde se divisa la Ciudad Vieja.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, asimiló el suceso a los atentados con camión en Europa y aseguró que el ataque está inspirado en el Estado Islámico (EI). «Es el mismo patrón inspirado por el EI que hemos visto en Francia (Niza), Alemania (Berlín) y ahora en Jerusalén. Es parte de la misma batalla contra el azote del nuevo terrorismo. Tenemos que luchar juntos», declaró el mandatario israelí desde el lugar del suceso, junto al asentamiento israelí Armon Hanatziv en el ocupado Jerusalén este.

Lo cierto es que no es la primera vez que se produce un atropello intencionado contra israelíes desde que en octubre del 2015 estallara la ola de violencia que ha dejado 42 muertos israelíes, además de otras nacionalidades, y más de 240 palestinos, la mayoría tiroteados por las fuerzas de seguridad en ataques o supuestos ataques con cuchillos. El último atropello mortal fue en octubre del pasado año y fue atribuido a un lobo solitario.

En esta ocasión, fueron los mismos soldados los que dispararon al conductor del camión, un palestino del barrio árabe de Yabal Mukaber, adyacente al área donde se produjo el suceso, cuando este intentó arrojarse contra sus compañeros por segunda vez. La agencia de noticias Maan identificó al atacante como Fadi Ahmed Al Kanbar, de 28 años y padre de cuatro hijos, sobre el que su hermana aseguró en las redes sociales que no pertenecía a ningún grupo armado.

Represalias

En respuesta, el Gobierno israelí decidió empezar a usar detenciones administrativas -que no requieren presentar cargos ni celebrar juicio por 6 meses- contra los sospechosos de simpatizar con los yihadistas. Lo hizo con 9 personas, 5 de ellas familiares del autor del ataque, cuyo cadáver no será devuelto.

El coordinador especial para el proceso de paz en Oriente Medio de la ONU, Nickolay Mladenov, condenó el ataque y pidió a todos mantener la calma para evitar una escalada de violencia. Similares condenas llegaron desde todas las partes del mundo. La Unión Europea repudió «cualquier elogio o incitación a actos terroristas», al igual que Estados Unidos. El Ejecutivo de España calificó el ataque mortal de «cobarde crimen».

El movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza desde el 2007, celebró el atentado: «Estas operaciones son decididas por el pueblo palestino para llevar a cabo una revolución hasta el final, hasta que consigan su libertad, liberen su tierra y se deshagan de la ocupación», aseguró un portavoz del grupo.

Los yihadistas atentan en Bagdad, mientras el ejército alcanza el Tigris

El grupo terrorista Estado Islámico (EI) recrudece sus ataques a la vez que las fuerzas especiales iraquíes van ganando posiciones. Los avances del ejército iraquí en su bastión de Mosul (en el norte), cuyos soldados alcanzaron ayer por primera vez las orillas del río Tigris, fueron respondidos con dos atentados al este de la capital de Irak en el que murieron 19 personas.

Las fuerzas antiterroristas alcanzaron la ribera oriental del Tigris, que divide la ciudad en dos partes, tras tomar el control de los barrios de Al Mazarea y Al Atebaa. Esta conquista es de gran importancia estratégica, porque al otro lado del río se ubica el aeropuerto. Pese a todo, la parte oeste de la ciudad, más pequeña pero más poblada, sigue bajo control de los yihadistas.

Según un comunicado del ejército iraquí, sus fuerzas irrumpieron en los barrios de Al Baladiat y Al Sukar, en el norte de Mosul, y mataron a 43 yihadistas, con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EE. UU. Además, penetraron en los barrios de Palestina y Dumiz y tomaron el control de varios edificios, entre ellos un cuartel del Estado Islámico, dos cárceles y un centro de comunicaciones usados por los terroristas, causando 135 bajas. Estos avances tuvieron su eco en la capital del país, sacudida a explosiones desde el pasado 29 de diciembre, en el que arrancó la nueva ofensiva del ejército iraquí. Ayer, al menos 12 personas murieron y otras 25 resultaron heridas en un ataque con coche bomba reivindicado por el EI en el barrio de mayoría chií de Ciudad Sadr. Asimismo, siete personas perecieron y otras 15 fueron heridas en otro ataque, ocurrido al este de Bagdad, donde un kamikaze hizo estallar un camión en un mercado de verduras.