Obama se enfrenta a Trump y dice que pone en peligro los valores de EE.UU.

ADRIANA REY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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NICHOLAS KAMM | afp

Crecen el caos en los aeropuertos y las protestas en las calles por el decreto del presidente contra los musulmanes

31 ene 2017 . Actualizado a las 08:09 h.

Barack Obama cumplió con su promesa de estar vigilante con su sucesor y hablar siempre que sintiera en peligro la unidad de su país. Ayer rompió su silencio para advertir que «los valores de EE.UU. están en peligro» tras el veto a inmigrantes aprobado por Donald Trump. En su primera declaración tras dejar la Casa Blanca, Obama aseguró sentirse alentado por el compromiso social de los ciudadanos que han llenado las calles y aeropuertos para mostrar su oposición.

¿Qué dice la orden?

Prohíbe la entrada de viajeros de Irán, Irak, Siria, Sudán, Libia, Somalia y Yemen durante un período de 90 días. En el caso de Siria será permanente. El veto afectaba también a aquellos que residiesen en EE.UU. legalmente. Sin embargo, y tras una caótica puesta en marcha, la Casa Blanca se desdijo el domingo asegurando que los residentes legales no se verán afectados. Además, la orden suspende la admisión de refugiados durante 120 días y limita su entrada en el año 2017 a 50.000, menos de la mitad del nivel actual, que está en 117.000.

Aunque la medida no recoja explícitamente el veto a la religión, lo cierto es que se dirige a siete países donde entre un 95 y un 99 % de la población son musulmanes.

¿Qué supone el rechazo de los jueces?

Cuatro jueces federales y 16 fiscales generales se opusieron al veto a inmigrantes por considerarlo «inconstitucional e ilegal». Su rechazo supuso que la jueza del Tribunal del Distrito de Brooklyn Ann M. Donnelly bloquease hasta el próximo 21 de febrero las deportaciones de refugiados que tuviesen el visado en regla. Pese a la resolución, ayer todavía hubo retenciones en aeropuertos, aunque la Casa Blanca trató de minimizarlos asegurando que eran «solo 109 personas».

¿Pueden el Congreso revocar la orden?

La primera barrera que puede encontrar el decreto es la del Congreso, donde se pueda considerar que por presupuesto o normativa constitucional la orden no es viable. En el caso de esta, lo que se cuestiona es su constitucionalidad. Los demócratas ya han anunciado que presentarán un proyecto de ley en el Senado para echar abajo la prohibición. Si votasen en bloque, necesitarían otros cinco votos republicanos, como mínimo, para sacarlo adelante. De momento, en el Partido Republicano hay una mayoría silenciosa frente a dos decenas de congresistas que han alzado su voz contra la medida.

¿Cómo se ha acogido en EE.UU?

Hay un aluvión de críticas desde todos los sectores. Miles de personas continúan acudiendo a los principales aeropuertos, donde decenas de abogados prestan sus servicios gratis. Además, empresas como Amazon, o Apple han mostrado su disposición a aportar judicialmente una evaluación de las consecuencias económicas de la orden.

¿Qué papel tiene Steve Bannon?

Él es el principal estratega del veto migratorio junto a Stephen Miller. Ahora, su peso será todavía mayor al ocupar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad Nacional, el órgano que asesora al presidente en materia de política antiterrorista. Su responsabilidad no deja de ser inquietante teniendo en cuenta que el pasado de Bannon pasa por acusaciones de racista y xenófobo.

¿Cómo puede afectar la nominación de un nuevo juez del Tribunal Supremo?

La elección hoy del candidato del presidente inclinará la balanza hacia los conservadores. Los republicanos, además del ejecutivo y el legislativo, contarán también con el control judicial.

Las grandes empresas rechazan el decreto y apoyan la libre circulación

La resistencia contra la orden de Donald Trump se ha visto reforzada por algunas de las multinacionales punteras en Estados Unidos, que no quieren ni oír hablar de vetos, que en algunos casos golpearían directamente a sus plantillas. Así, empresas como Starbucks se sumaron ayer a la lucha ofreciendo empleo a 10.000 refugiados durante los próximos cinco años y en los 75 países donde la cadena de cafeterías tiene establecimientos: «Se trata de dar una oportunidad a aquellos que huyen de la guerra», dijo su director ejecutivo, Howard Schultz. Al reto de Schultz le siguió Airbnb, cuyo presidente, Brian Chesky, anunció que la compañía ofrecería alojamiento gratis a todos los refugiados que lo necesitasen.

Estas son solo algunas de las acciones de protesta que también ejercieron en grandes empresas como Apple, Ford o Goldman Sachs. «Para ser exitosos, nuestros hombres y mujeres deben reflejar la diversidad», instó el CEO del banco, Lloyd Blankfein.

Firmas para el «impeachment»

La indignación se ha dejado sentir también en un nuevo movimiento llamado Impeachment Trump Now y que ya recogió más de medio millón de firmas para que el Congreso abra un proceso para revocar al presidente. El apoyo social a las diferentes iniciativas que aúpen un bloqueo de la norma es tal que las finanzas de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) se han multiplicado como nunca en toda su historia. La organización (primera en denunciar la detención de inmigrantes en el aeropuerto de Nueva York) sumó 24 millones de dólares en donaciones el pasado fin de semana, cuando la medida anual oscila entre los tres y los cuatro millones.

Con nombres y apellidosEn la prensa estadounidense, mientras tanto, se sigue reflejando el drama con nombres y apellidos. Es el caso de Mahmoud Hassan. Su historia es la de un joven de 18 años que hace escasos meses recibió la confirmación de una beca para estudiar Ingeniería en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés): «Querido Mahmoud. Usted es uno de los estudiantes con más talento y más prometedores en uno de los grupos más competitivos de la historia del MIT», rezó el comunicado del Instituto. Pero Hassan es de Damasco, Siria, y la orden de Trump le prohíbe pisar EE. UU.: «Mis sueños se han roto», lamentó indefenso el joven.