Los líderes europeos cierran filas y buscan en La Valeta una línea común frente a EE.UU.

Cristina Porteiro
CRISTINA PORTEIRO BRUSELAS / CORRESPONSAL

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ADAM BERRY | afp

La estrategia de los 27 es blindar al bloque ante futuras hostilidades, para lo que harán gala de sus valores fundacionales

03 feb 2017 . Actualizado a las 08:08 h.

Calma tensa se respira en el corazón de la UE tras una semana tumultuosa a causa de Donald Trump. El presidente de EE.UU. ha enseñado los dientes a los líderes europeos, quienes hoy se reúnen en una cumbre informal en La Valeta (Malta). La cita viene precedida por el veto migratorio impuesto por el magnate y tras una serie de dardos contra la Unión. A pesar de que la ofensiva del nuevo inquilino de la Casa Blanca no estaba en la agenda oficial, será uno de los platos fuertes que se sirvan durante el almuerzo de los primeros ministros.

Pese a la vehemente súplica de los eurodiputados pidiendo esta semana a los líderes contundencia con Trump, los 27 han preferido cerrar filas, lanzar un mensaje de unidad y ponerse de perfil para esquivar un choque frontal con el todavía socio. «Hay que valorar: Una reacción inmediata o reacción de largo recorrido», justifica. Y la UE se inclina por lo segundo, por no librar la batalla a golpe de tuit. «No somos así. Es más importante consensuar lo que somos y lanzar el mensaje al otro lado», zanja. 

Sin condenas

Nada de mensajes de condena ni de recoger el guante, la estrategia de los 27 es blindar al bloque ante futuras hostilidades y para ello harán gala, como cada vez que la UE está con el agua al cuello, de los valores y principios fundacionales. A pesar de los esfuerzos, se vislumbran tensiones internas. La dureza verbal del francés François Hollande contrasta con la tibieza de líderes como la alemana Angela Merkel, cuyo país está en el punto de mira de Estados Unidos por sus supuestas prácticas comerciales desleales, la del español Mariano Rajoy, quien se ha limitado a pedir que se actúe con precaución, y el húngaro Viktor Orbán, quien no esconde su simpatía por el norteamericano. 

El reto que se plantea a la UE es igual de grande como otro de los frentes que mantiene abiertos: la crisis migratoria. En una carrera contrarreloj, los 27 tratarán de blindar la puerta del Mediterráneo central a la llegada de migrantes desde los puertos libios. La necesidad imperiosa de reforzar al nuevo Gobierno libio acelerando el desembolso de la financiación y  cerrar acuerdos de readmisión con terceros países del Norte de África serán las prioridades de la agenda de hoy.