Dijsselbloem se niega a dimitir y da plantón a la Eurocámara

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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Francois Lenoir | Reuters

Dice que será más «cuidadoso» en el futuro pero insiste en que fue malinterpretado

05 abr 2017 . Actualizado a las 08:46 h.

Ni pide perdón ni dimite. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se aferra al cargo y saca balones fuera. La presión de su propia familia política, la socialdemócrata, no ha podido conseguir apartar al holandés de su silla. Se lo pidieron por carta hasta 73 eurodiputados, ofendidos por el tono despectivo de unas declaraciones que hizo al Frankfurter Allgemeine Zeitung, en las que sugería que los países del sur se gastaban las ayudas del norte en «alcohol y mujeres».

Pero Dijsselbloem no cede. Ayer justificó en una misiva sus palabras insistiendo en que la culpa es de los demás, o de quien tradujo sus declaraciones o de quienes le han malinterpretado: «Es muy desafortunado hacer ese vínculo. No fue lo que dije», trató de defenderse antes de lamentar que «alguna gente se haya sentido ofendida por la forma en la que me expresé. Por supuesto que la elección de las palabras es personal como lo es la forma en que son recogidas. Seré más cuidadoso en el futuro ya que no es mi intención insultar a nadie», apostilló. 

La polémica no acaba aquí. La legitimidad de Dijsselbloem se ha volatilizado en las últimas semanas. En primer lugar por la humillante derrota que sufrió su partido en las elecciones holandesas. Hoy son séptima fuerza. Y en segundo lugar porque las declaraciones son la guinda a una larga historia de enfrentamientos desde que llegó al cargo. Su futuro al frente del Eurogrupo está en el aire. No son pocos los que quieren aprovechar la coyuntura para ajustar cuentas con uno de los halcones que más se ha ensañado con los países rescatados.

Inasistencia

A pesar de la presión, Dijsselbloem se permitió el lujo de plantar ayer a la Eurocámara, negándose a comparecer en un debate sobre la situación de la economía griega. «Con su ausencia ha perdido el respeto al Parlamento Europeo, como hizo antes con sus despectivas declaraciones, hacia las mujeres y los países del Sur», denunció el eurodiputado popular Gabriel Mato. El líder de la Eurocámara, Antonio Tajani, comunicará al holandés que la institución no acepta su actitud.