El «impeachment» asoma en el horizonte presidencial

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Molly Riley | EFE

Un complejo escenario que necesita dos tercios de los votos del Senado

12 may 2017 . Actualizado a las 07:58 h.

Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca con una agenda llena de medidas drásticas y controvertidas, el impeachment o la destitución del presidente es un asunto que diariamente se ha abordado entre analistas y expertos estadounidenses.

Ahora, esta posibilidad resuena con más fuerza que nunca a medida que se intensifica el escándalo generado tras el despido del director del FBI, James Comey, y la posibilidad de que su cese, ordenado por el presidente, sea un intento de obstruir la investigación sobre sus vínculos con el Gobierno de Vladimir Putin. En este sentido, los paralelismos con el escándalo Watergate son inevitables aunque en el caso de Trump todavía está lejos de caer como lo hizo Richard Nixon en 1974. Ahora, eso sí, la crisis es real y esto es solo el principio del conflicto.

Los demócratas, en marcha

El Partido Demócrata ha comenzado a tomar posiciones protagonizando algunas de las acusaciones más duras contra el mandatario y su supuesto abuso de poder, y aunque la propuesta formal de impeachment todavía no está encima de la mesa todo apunta a que la oposición navega en esa dirección. «Si tuviéramos un reloj de la destitución, esta semana habría avanzado una hora más», dijo significativamente el senador demócrata Mark Pocan. Su postura fue respaldada por su colega Richard Blumenthal, quien reconoció que, aunque todavía esta posibilidad está lejos, «puede que se produzca un impeachment». Para que esto pudiese tener lugar, la Cámara de Representantes debería de registrar una mayoría de votos a favor de dicha destitución, ratificada después por dos tercios del Senado.

El caos que desde el miércoles se adueña de la Casa Blanca, el departamento de Justicia, FBI y Congreso de EE.UU. se entremezcla con los rumores sobre quién sustituirá a Comey al frente del Buró. En las últimas horas, varias informaciones han apuntado a Frances Townsend, ex asesora de Seguridad Interna con George W. Bush. y exfiscal de Nueva York bajo el gobierno del alcalde republicano y fiel amigo de Trump, Rudolph Giuliani. Townsend le daría la oportunidad de hacer historia, al nombrar a la primera mujer directora del FBI.