Huelga general en Grecia contra la nueva tanda de recortes de Tsipras

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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ALEXANDROS VLACHOS | EFE

«No nos queda esperanza alguna», dicen los griegos en la calle

18 may 2017 . Actualizado a las 07:25 h.

Sin trenes y con el metro y los autobuses de Atenas funcionando al ralentí. Las conexiones marítimas con las islas del Egeo interrumpidas desde el martes y un gran número de vuelos domésticos anulados, mientras los internacionales acumulaban retrasos por el paro de los controladores. Escuelas cerradas, hospitales con servicios mínimos,y miles de personas en las principales avenidas de la capital.

La primera huelga general contra el Gobierno de Tsipras en lo que va de año empujó a Grecia una vez más al caos de protestas que le sirven de bien poco desde que, hace siete años, aceptó el primer rescate. La movilización, convocada por los principales sindicatos públicos y privados, pretende detener la ley escoba que empezó a debatir el Parlamento a iniciativa de Syriza y que engloba todas las medidas pendientes para obtener un nuevo tramo de la ayuda financiera de alrededor de 7.000 millones de euros. Ajustes que suponen el recorte de pensiones a partir del 2019 y aumentos de impuestos a partir del 2020 por un total de 4.900 millones de euros anuales, en los que los sindicatos ven los términos de un cuarto memorando desde el 2010, con el matiz de que, a diferencia de los anteriores, esta vez no introduce contrapartidas económicas.

«No nos queda esperanza alguna. Ningún político puede ofrecerla. Lo que hace falta es un líder que ame a la patria, diga basta ya y exija la quita de toda la parte de la deuda que es ilícita», cuenta a Efe Melina Kotsaki. Es una azafata retirada de 73 años que cuando se jubiló cobraba una pensión de 2.200 euros. Le ha sido reducida a 750 euros y con el nuevo tijeretazo que entrará en vigor en el 2019 perderá un 18 % de su valor actual.

Tampoco Kostas Kekas, camillero recién jubilado con 700 euros, cree que haya actualmente un político capaz de mejorar la situación en Grecia, a pesar de que las encuestas dan diez puntos de ventaja a los conservadores frente a Syriza. «Lo único que tendría sentido es un Gobierno que luche para que Grecia salga de los memorandos y que no piense solo en sus intereses partidistas», afirma.

En el debate celebrado el martes en comisión parlamentaria y al que diversos colectivos habían sido invitados para exponer su opinión, un representante del sindicato de las Fuerzas Armadas amenazó con que los militares «cambiarán de bando» si el Gobierno no retira la ley. Tsipras, que hizo ayer aspavientos de cara a la galería manteniendo varias conversaciones telefónicas con Angela Merkel, ha defendido los tijeretazos con la promesa de que cada medida de recorte irá acompañada de una contramedida de alivio y el argumento de que el alivio de la deuda está más cerca.