May se defiende de la caída en los sondeos incrementando sus ataques contra Corbyn

rita álvarez tudela LONDRES / E. LA VOZ

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Dijo del laborista que estaría «solo y desnudo» en las negociaciones del «brexit»

31 may 2017 . Actualizado a las 07:24 h.

La continua pérdida de puntos en la intención de voto de los conservadores condujo ayer a la primera ministra, Theresa May, a lanzar un fuerte ataque contra el líder laborista, Jeremy Corbyn, del que dijo que estaría «solo y desnudo» en las negociaciones del brexit. No contenta con la dureza de la frase, redobló la acusación contra su principal rival describiéndolo como «débil e inestable».

Aunque reconoció en un discurso pronunciado en Wolverhampton, en el noreste de Inglaterra, que era posible un resultado «sorpresa» en las elecciones, May se negó a comentar la caída de los tories en la última encuesta publicada por The Guardian e ICM, que indica que su partido bajaría dos puntos para situarse en el 45 %, a tan solo 12 de los laboristas, con un 33 %. No se movió un ápice de su argumentario, según el cual Corbyn «no está listo para gobernar» y solo ella puede lograr un buen resultado en las próximas negociaciones con Bruselas. May prometió utilizar la salida del bloque común para reequilibrar la economía hacia aquellos ciudadanos que habían sido «dejados atrás» por la globalización.

De donde no pensaba que iban a llegarle críticas era del Evening Standard, el diario editado por el ex ministro de Hacienda conservador, George Osborne, del que prescindió nada más llegar a Downing Street. El rotativo calificó el programa conservador de índole intervencionista y antiliberal presentado por May como el más «desastroso de la historia» y advirtió de un propósito de convertir la campaña en un intento de crear un culto a la personalidad de la primera ministra. Según afirma, si bien las elecciones fueron convocadas con el pretexto de que esta necesitaba un mandato más fuerte para negociar en nombre de Reino Unido, su verdadera razón podría haber sido facilitar un cambio de en la relación de fuerzas interna. Considera que la forma en la que se produzca la negociación del brexit determinará las relaciones con los vecinos cercanos y aliados durante décadas pero, según sostiene, las cosas «no habían podido empezar peor» por culpa de lo que denomina como «arrogancia» británica.

La dirigente escocesa, Nicola Sturgeon, que había aplazado la presentación del programa electoral tras la matanza de Manchester, pidió ayer el voto dando a entender que solo podría cumplirse si los laboristas obtienen un número de escaños que hiciera viable un cambio de dirección. Según Colpisa, dedica una página y media de los 48 que ocupa a la demanda de una segunda consulta sobre la independencia. Pide el voto para «dar fuerza a la voz de Escocia» en la negociación del brexit y para hacer que «sea insostenible democráticamente» la negativa de May a que se celebre una consulta antes de que la salida de la UE se haya consolidado.