Comey considera que fue despedido por la presión de la trama rusa sobre Trump

EFE

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El exdirector del FBI afirma que el presidente decidió «difamarlo» cuando explicó las razones de su despido y que documentó sus encuentros con él por temor a que después «mintiera»

08 jun 2017 . Actualizado a las 22:40 h.

El exdirector del FBI James Comey ha asegurado este jueves ante el Senado de Estados Unidos que recibió presiones del presidente Donald Trump por investigar a Rusia. Además también afirma que el presidente decidió «difamarlo» cuando explicó las razones por las que había sido despedido el mes pasado.

Al comienzo de una esperada audiencia frente al Comité de Inteligencia del Senado, Comey aseguró estar «sorprendido» y «confuso» sobre la decisión del mandatario de prescindir de él al frente del Buró Federal de Investigación (FBI). Asimismo, Comey, despedido el 9 de mayo de manera fulminante por Trump, aseguró que la Administración del mandatario republicano vertió sobre él «mentiras» que siente que «el FBI haya tenido que oír». «La Administración eligió difamarme a mí y, de manera mucho más grave al FBI, al decir que la organización estaba sumida en el caos (...), que su personal había perdido la confianza en su líder. Esas fueron simple y llanamente mentiras», apuntó Comey. 

Aseguró que a su juicio fue despedido por Trump por la manera en que estaba gestionando la investigación sobre la supuesta injerencia electoral rusa y por la «presión» de la misma sobre el mandatario. «No sé por qué fui despedido. Tomo al presidente por su palabra de que fui despedido por la forma en la que dirigía la investigación rusa y la presión que esto ejercía sobre él», afirmó Comey en comparecencia en el Comité de Inteligencia del Senado

El exjefe del FBI aseguró que las investigaciones que se están dando sobre la trama rusa en el Senado pueden coexistir con las que está liderando el propio Mueller, quien le precedió durante años al frente del Buró Federal de Investigación (FBI) y al que calificó como «uno de los grandes profesionales» de Estados Unidos. Asimismo, Comey dijo que el presidente no le pidió directamente parar las investigaciones sobre la supuesta injerencia rusa en los comicios presidenciales del 2016, sobre los que indicó que no tiene «ninguna duda» de que el Kremlin estuvo detrás de los ciberataques contra el Partido Demócrata para perjudicar a su candidata presidencial, Hillary Clinton. Comey explicó a los senadores que el FBI identificó el primer ataque informático por parte de los rusos a finales del verano boreal del 2015, en el que fueron afectados «cientos o miles» de individuos.

El exdirector del FBI ha rechazado calificar las órdenes que recibió de Donald Trump como «obstrucción a la Justicia», pero sí las consideró muy «perturbadoras y preocupantes». Comey, en su comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, dejó en manos del fiscal especial designado para la investigación de la posible injerencia rusa en las elecciones del 2016, Robert Mueller, determinar si Trump incurrió en alguna falta al pedirle «lealtad» y que «dejara pasar» sus pesquisas sobre el exasesor de seguridad de la Casa Blanca Michael Flynn. «No me toca a mí determinar si el presidente estaba tratando de obstruir la justicia», dijo el exdirector del FBI, que aseguró estar «seguro» de que Mueller está investigando la actitud del mandatario en ese sentido.El delito de obstrucción a la Justicia puede usarse para abrir un proceso de destitución del presidente, un juicio político que defienden algunos legisladores de la oposición demócrata.

Además afirmó que documentó sus encuentros a solas con Trump porque temía que después este «mintiera» sobre el contenido de sus conversaciones. «Estaba honestamente preocupado por el hecho de que él pudiera mentir sobre la naturaleza de nuestro encuentro», dijo el exdirector del Buró de Investigaciones (FBI).  «Sabía que podría llegar un día en que pudiera necesitar un registro de lo que pasó no solo para defenderme, sino para defender al FBI», agregó ante los senadores, bajo juramento.

El exdirector del Buró dijo, además, que solamente se reunió con el expresidente Barack Obama (2009-2017) en tres ocasiones en sus ocho años de mandato, y que nunca sintió la necesidad de documentar sus encuentros con él, al igual que tampoco lo hizo mientras era un alto funcionario del Departamento de Justicia en la época del mandatario republicano George W. Bush (2001-2009). Comey insistió en que Trump había reconocido su buen desempeño al frente del FBI en varias ocasiones, incluido un momento en el que le susurró, en un abrazo en la Casa Blanca, que «estaba deseando» empezar a trabajar con él.

«No sé por qué fui despedido», zanjó al ser preguntado a ese respecto. «Tal vez por la forma en la que dirigía la investigación rusa (sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones e 2016 en Estados Unidos) y la presión que esto ejercía sobre él», agregó.

El exdirector del FBI James Comey afirmó  que filtró a la prensa, a través de un amigo, el contenido de sus anotaciones sobre las conversaciones que mantuvo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de que este le amenazara en Twitter con la publicación de «cintas». En ese mensaje, Trump aseguró: «Más le vale que no haya 'cintas' de nuestras conversaciones antes de que él empiece a filtrar a la prensa». Según explicó Comey, al ver ese tuit se percató de que podría haber «corroboración» de su versión de las cinco conversaciones, dos de ellas telefónicas, mantenidas con Trump hasta su despido fulminante, por lo que decidió divulgar su versión.

Para reiterar su confianza en su versión de los hechos, Comey espetó: «¡Dios mío! Espero que haya cintas» que documenten sus intercambios con Trump. Según el testimonio pormenorizado de Comey sobre las cinco conversaciones que mantuvo con el presidente, Trump le pidió despejar «la nube» que estaba causando la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones y la posible coordinación con su miembros de su campaña.

Comey explicó que la filtración -hecha, según confirmó el Washington Post, al profesor Dan Richman- de sus anotaciones, las hizo como ciudadano privado y que no decidió acudir directamente a la prensa porque pensó que sería «como alimentar gaviotas en la playa».

En una de las anotaciones filtradas por Comey, Trump le dijo en febrero que «esperaba» que abandonara la investigación al exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, quien dimitió por sus contactos con Rusia, algo que podría ser interpretado como un intento de obstrucción a la Justicia. El delito de obstrucción a la Justicia puede usarse para abrir un proceso de destitución del presidente, un juicio político («impeachment») que defienden algunos legisladores de la oposición demócrata. 

Trump lo niega todo a través de su abogado

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «jamás sugirió o dirigió» al exdirector del FBI James Comey para dejar de investigar a nadie en la pesquisa sobre la supuesta injerencia rusa en los comicios del 2016 y los posibles nexos de su campaña con el Kremlin, aseguró su abogado, Marc Kasowitz. En una declaración, Kasowitz negó que Trump pidiera, como testificó Comey en el Senado sobre sus conversaciones con el presidente, que «dejara pasar» la investigación a su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, quien dimitió en febrero tras conocerse sus contactos con representantes del Kremlin.

En el comunicado, filtrado primero a los medios antes de comparecer en cámara, Kasowitz negó también que pidiera a Comey lealtad «ni en forma ni en sustancia». Kazowitz, que acaba de ser contratado por el presidente para su equipo legal, matizó que «la Oficina del Presidente tiene el derecho de esperar lealtad de aquellos que sirven a la Administración», en una comparecencia en el Club Nacional de la Prensa de Washington, tras la cual no aceptó preguntas de los periodistas.

El abogado consideró que sería apropiado determinar si Comey debe ser investigado por haber filtrado las notas tomadas para registrar el contenido de sus conversaciones con Trump, que calificó de «subrepticias, unilaterales y desautorizadas». El abogado de Trump considera que el testimonio de Comey prueba que el presidente no es parte de la investigación sobre la posible colusión con Rusia de su campaña y que «ni un solo voto cambió» como resultado de la presunta intromisión rusa.

Trump aseguró que el FBI estaba «sumido en el caos»

Este testimonio es la réplica directa del exdirector del FBI, acusado por Trump de haber sumido la agencia de investigación federal en el «caos» y haber perdido la confianza de los rangos inferiores.

Esa fue la justificación de Trump para tomar una medida inusual con el despido, que sorprendió a demócratas y republicanos, y ha elevado las peticiones de investigar si el presidente cometió obstrucción a la Justicia en su gestiones. Trump ha llegado a reconocer que, pese a que tomó en cuenta un informe del vicefiscal general, Rod Rosenstein, sobre la gestión de Comey, en su decisión de cesar el exdirector pesó el papel que este jugaba en la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016 en Estados Unidos y la posible coordinación con miembros de la campaña del entonces candidato republicano.