La UE se impacienta y exige celeridad para negociar el «brexit»

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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CLODAGH KILCOYNE | REUTERS

El Gobierno de May ha dejado de ser un socio serio y fiable a los ojos de Bruselas

10 jun 2017 . Actualizado a las 09:35 h.

El Reino Unido se tambalea. Los resultados electorales han arrebatado al Gobierno de May la mayoría parlamentaria y lo han dejado sin el amplio respaldo que tanto ansiaba para su plan de divorcio (si es que alguna vez lo hubo). La UE teme que este nuevo escenario de incertidumbre retrase las negociaciones y advierte a Londres que «no hay tiempo que perder». La cuenta atrás sigue en marcha.  

¿Cómo queda el calendario de negociaciones? 

Aunque May asegura que se cumplirán los plazos, Bruselas no se fía de ella y cree que es muy optimista pensar que el día 19 habrá algún británico negociando con el responsable europeo, Michel Barnier. El francés dejó claro ayer que no pararán el reloj y que está en manos de Londres salir del lío en el que se ha metido. «El calendario y la posición de la UE son claros. Las negociaciones deberán empezar cuando el Reino Unido esté preparado», aseguró. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se mostró impaciente por este nuevo giro de los acontecimientos y lanzó un mensaje al otro lado del canal de la Mancha. «No sabemos cuándo empezarán las conversaciones, pero sí sabemos cuándo tienen que terminar», advirtió a los británicos, que tienen hasta el 29 de marzo del 2019 para hacer las maletas. En lo que están de acuerdo todos los expertos es en que Londres no tendrá tiempo material para dejar todo bien atado.

¿Habrá prórroga?

Sería lo más razonable, aunque Bruselas no quiere revelar sus intenciones. «Antes de plantearse una prórroga habrá que empezar a negociar», sostuvo el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, quien aseguró esperar «desesperadamente» el inicio de las negociaciones para las que Barnier ya está listo. «Confiamos en que no se produzcan retrasos adicionales», deslizó.  

¿Cambiará la UE su posición negociadora? 

No. Barnier recordó ayer a los indecisos que la posición «es clara». Aunque la inestabilidad del nuevo Gobierno británico puede elevar el riesgo de un «no acuerdo», lo cierto es que el resultado electoral puede llevar a «una mejor posición negociadora», aseguró el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. No habrá concesiones y tampoco marcha atrás. El Reino Unido deberá abandonar la UE.  

¿Favorecerá la postura del «brexit» blando?

El resultado echa por tierra el deseo de May de conseguir una mayoría para respaldar su visión de un brexit duro. La necesidad de llegar a acuerdos con otros partidos en el Parlamento (como los unionistas) la obligará a rebajar sus pretensiones y buscar una fórmula más amable para garantizar una mayor apertura de mercado. Según el negociador del Parlamento Europeo para el brexit, Guy Verhofstadt, el «gol en propia puerta» de May complicará las negociaciones. La posibilidad de alcanzar un acuerdo peligra en ausencia de un Gobierno estable.  

¿Queda dañada la imagen del Reino Unido en la UE? 

En los corrillos diplomáticos la imagen del Reino Unido ha quedado profundamente dañada. El tradicional socio serio, decidido y estratega se ha convertido en un quebradero de cabeza para las 27 delegaciones nacionales. No hay quien no se muestre sorprendido y decepcionado por el espectáculo que están dando desde que se impuso el sí al brexit. «Pensábamos que el Gobierno de May estaría más preparado, que tendría un plan, pero se han limitado a repetir una y otra vez eso de “brexit is brexit”», asegura una alta fuente de Bruselas, indignada por los volantazos, el lenguaje agresivo y el juego sucio de británico. «Hace un año que nuestros amigos los británicos acudieron a las urnas para votar en el referendo y todavía desconocemos cuál es su posición en las negociaciones, y resulta difícil predecir cuándo lo harán», se quejó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

¿Podría Londres revertir la salida? 

Sí. «La salida no es irrevocable. Se puede retirar la notificación dentro del período de dos años o de una eventual extensión», asegura Lord Kerr, autor del artículo 50 de los Tratados, el mismo que invocó el Gobierno de May para pedir el divorcio. En todo caso, no está previsto que Londres dé marcha atrás.