Los cascos azules del Congo dejarán la República Centroafricana por supuestos abusos sexuales

EFE

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ISSOUF SANOGO | AFP

Una investigación de la ONU apunta a que se trata de un problema «sistémico»

21 jun 2017 . Actualizado a las 22:48 h.

La República del Congo va a retirar a sus cascos azules de la República Centroafricana después de que una investigación de la ONU constatara que las repetidas denuncias contra ellos de abusos sexuales muestran un problema «sistémico», anunció este miércoles la organización.

Durante los últimos años, las fuerzas internacionales desplegadas en el país, especialmente las congolesas, han sido acusadas de ser responsables de multitud de violaciones y otros abusos, en muchos casos a menores.

La ONU ya había repatriado anteriormente a más de un centenar de soldados del Congo y había puesto en marcha una revisión de su trabajo en la República Centroafricana.

Esa revisión, dijo este miércoles la organización en un comunicado, concluyó que «la naturaleza y el alcance de las alegaciones existentes de explotación y abuso sexual, en su totalidad, apuntan a problemas sistémicos de mando y control».

«Estos problemas también se han visto agravados por cuestiones relacionadas con la preparación, la disciplina general, el mantenimiento del equipo propiedad del contingente y la capacidad logística de estas tropas», señaló la ONU.

La organización explicó que compartió las conclusiones de esta revisión con las autoridades congolesas y que estas decidieron retirar a su personal militar -algo más de 600 soldados- de la misión en la República Centroafricana (Minusca).

La ONU, según dijo este miércoles, está dispuesta a ayudar a las autoridades congolesas para resolver los problemas de sus tropas y permitir que en el futuro vuelvan a ser consideradas para operaciones de paz.

Mientras, los efectivos policiales que el país tiene en la Minusca continuarán con su trabajo.

Las repetidas denuncias por abusos sexuales supuestamente cometidos por «cascos azules» en la República Centroafricana han sido uno de los grandes escándalos a los que se ha enfrentado la ONU en los últimos años.

En 2015 el entonces secretario general, Ban Ki-moon, forzó la dimisión del que era jefe de la misión en el país africano, Babacar Gaye, y prometió una política de «tolerancia cero», investigaciones y ayuda a las víctimas.

El Consejo de Seguridad, además, aprobó su primera resolución sobre el asunto, respaldando la decisión de repatriar a unidades reincidentes o que no respondan adecuadamente a las acusaciones.