«Muy fea para ser violada»: el «Trump brasileño», multado por ofensa

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Jail Bolsonaro es condenado al pago de una multa por ofender a una parlamentaria sobre su físico

16 ago 2017 . Actualizado a las 15:51 h.

Uno de los políticos que más popularidad ganan en Brasil, el radical de derechas Jair Bolsonaro, fue condenado en segunda instancia al pago de una multa por haber ofendido a una parlamentaria rival con insultos sobre su físico, según publicó este miércoles el portal Globo. La sala a cargo del caso en el Tribunal Superior de Justicia confirmó la sentencia del 2015 que condena a Bolsonaro al pago de 10.000 reales (3.150 dólares) por haberle dicho a la política Mario do Rosário, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que «no merecía ser violada» porque es «muy fea». Do Rosário calificó la sentencia como una «victoria para todas las mujeres brasileñas». 

Bolsonaro, de 62 años, es conocido por posiciones radicales como la defensa de la dictadura militar brasileña (1964-1985) y cuenta ahora mismo con bastante popularidad en varios sectores de la población debido al hartazgo político en el gigante sudamericano. El actual diputado, calificado a menudo como el «Donald Trump brasileño» por su talante populista, disputa en algunas encuestas de opinión el segundo lugar de las preferencias electorales, superado sólo por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del PT. Bolsonaro es miembro del derechista Partido Social Cristiano. El año pasado dio que hablar por elogiar a uno de los torturadores de Dilma Rousseff en los años 60, cuando la ex presidenta fue detenida como activista clandestina contra la dictadura, durante la votación en el Congreso sobre la destitución de la mandataria.

Debido a los constantes escándalos de corrupción, Brasil sufre desde hace meses una grave crisis institucional y un descrédito general de la clase política. El actual presidente, el conservador Michel Temer, fue recientemente denunciado por corrupción y no será sometido a un juicio penal sólo porque el Congreso se negó a levantar su inmunidad.

También Lula, celebrado por su gestión entre el 2003 y el 2010, responde actualmente a seis causas por sospechas de corrupción durante sus Gobiernos. El carismático ex presidente fue condenado ya en primera instancia a nueve años y medio de prisión, pero puede apelar en libertad. Lula quiere volver a ser candidato en las presidenciales del 2008 y ha intensificado en los últimos días sus presentaciones públicas.

Según una reciente encuesta, un 94 % de los brasileños no se sienten actualmente bien representados por los políticos que ejercen el poder. En muchos sectores aumentan incluso los argumentos a favor de una «mano dura» para poner orden en el país.