La líder del partido de la ultraderecha alemana no se unirá al grupo parlamentario

Agencias

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FABRIZIO BENSCH

Frauke Petry, uno de los rostros más mediáticos de la formación, aduce diferencias internas. La formación evidencia su división tras el éxito electoral

25 sep 2017 . Actualizado a las 14:24 h.

La copresidenta de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y uno de los rostros más mediáticos de esa formación política, Frauke Petry, ha anunciado por sorpresa que no se unirá al grupo parlamentario de su partido en el Bundestag (Cámara baja).

Petry, que logró ayer un escaño por Sajonia y está identificada con el ala más moderada del partido, anunció su decisión sin haberla comunicado antes a los otros dirigentes del partido que comparecían junto a ella y se remitió a las diferencias entre los distintos sectores de la formación política.

La copresidenta de AfD, que abandonó la sala sin esperar a las preguntas, explicó que los disensos dentro del partido no son un problema cuando se está en la oposición, pero sí cuando se quiere llegar al Gobierno, lo que es su objetivo, por lo ha preferido no sentarse en el Bundestag (cámara baja) junto a sus compañeros.

«Hay diferencias abiertas en AfD y creo que no debemos callar como una tumba», ha señalado la dirigente, quien dijo que su fuerza política había actuado en las últimas semanas como un «partido anárquico».

Los caras de sus compañeros dejaron claro que desconocían la intención de Petry de soltar su «bomba», como la describió el copresidente, Jörg Meuthen, el día en el que el partido celebraba su irrupción en el Bundestag como tercera fuerza política, apoyado en el 12,6 % de los votos. Meuthen precisó que Petry no había dado «la espalda al partido» y que únicamente había anunciado que no formará parte del grupo parlamentario, de lo que, dijo, tomaban nota.

Rechazó además la existencia de una bipolaridad en el partido, aunque haya quien diga que Petry es la «moderada» y el resto, los «fundamentalistas».

El candidato de AfD en los comicios Alexander Gauland ha recordado que Petry había tomado su decisión en solitario y señaló que no necesariamente habrá otros diputados que vayan a seguir sus pasos.

Meuthen, Gauland y la otra cabeza de lista del partido, Alice Weidel, se esforzaron en destacar su triunfo electoral y el apoyo logrado de los votantes para convertirse en la voz de la oposición en el Bundestag.

«Haremos una oposición constructiva», aseguró Weidel, quien comenzó denunciado la falta de base legal para la política de refugiados de la canciller, Angela Merkel, razón por la cual su primera medida será impulsar una comisión de investigación.

Gauland, por su parte, señaló que el éxito de su partido es a la vez la derrota de los demás, sobre todo del bloque conservador de Merkel, «incapaz de gobernar el país de manera sensata».

Aseguró que la AfD representará una «clara oposición» y afirmo que el Bundestag debe hacerse eco de las preocupaciones de la sociedad de este país.

Se refirió asimismo a sus declaraciones de que con la AfD los alemanes recuperarán su país y su pueblo y precisó que se trata de una formulación «simbólica», al tiempo que dijo que forman parte del pueblo alemán todos los que tienen un pasaporte.

«Los votantes no han dado una clara misión», dijo Weidel, que agregó que la formación del grupo parlamentario es ahora la prioridad, por lo que «no hay tiempo que perder» y «todo lo demás tiene que ir detrás».

Frauke Petry, la líder descabezada

Frauke Petry, la copresidenta de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que hoy renunció a formar parte del grupo parlamentario de la formación, es doctora en química, al igual que la canciller, Angela Merkel. Petry debutó en el 2013 en la arena política al convertirse en portavoz de la AfD, una formación euroescéptica que daba entonces sus primeros pasos.

Sin experiencia previa, salió a la palestra y desde el otoño del 2014 dirigió la fracción parlamentaria de la AfD en Sajonia, región del este de Alemania en la que el partido antiinmigración y de tintes xenófobos logró convertirse en primera fuerza política en las elecciones generales celebradas este domingo en el país.

Un año después, coincidiendo con el masivo desembarco de militantes de corte nacionalista, fue elegida junto a Jörg Meuthen como presidenta de AfD, un movimiento que propició la defenestración del académico Bernd Lucke, quien había fundado el partido.

En los dos últimos años, sobre todo coincidiendo con el punto álgido de la crisis de refugiados que afectó a Alemania en el 2015, Petry se convirtió ganó gran protagonismo en AfD con sus críticas feroces a la gestión de la canciller Merkel y puso rostro a las sucesivos éxitos electorales de la formación, que le llevaron a entrar en 13 parlamentos regionales de un total de 16 en menos de cuatro años.

En los últimos meses, no obstante, se fue confirmando su aislamiento dentro del partido, motivo por el que se vio obligada a mediados de abril a desistir de presentarse como candidata a los comicios generales que se celebraron este domingo en Alemania.

Entre sus frases más polémicas figura la pronunciada en enero del 2016 en la televisión pública cuando, al ser preguntada si se deberían emplear armas para frenar la llegada masiva de peticionarios de asilo a Alemania, respondió: «yo tampoco quiero eso pero como última opción se debe aplicar el uso de las armas».

Petry está casada en segundas nupcias con el eurodiputado de AfD Marcus Pretzell y líder del partido en el estado de Renania del Norte-Westfalia (en el oeste de Alemania), con quien ha tenido un hijo. De su primer matrimonio con un párroco evangélico, la política ultraderechista tiene otros cuatro hijos.

La ultraderecha evidencia su división tras el éxito electoral

Tras la sorprendente renuncia de su copresidenta Frauke Petry, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) ha evidencia la división que reina en sus filas. Las elecciones del domingo en Alemania confirmaron el regreso de la ultraderecha al Parlamento alemán por primera vez en más de medio siglo. La AfD se convirtió en la tercera fuerza política con el 12,6 % de los votos y 94 diputados, detrás de los cristianodemócratas de la canciller, Angela Merkel, (246 diputados) y del Partido Socialdemócrata SPD (153 parlamentarios).

ODD ANDERSEN

La salida de Petry, la cara más visible de la formación de tintes xenófobos durante los pasados dos años, pone de manifiesto públicamente la existencia de dos facciones enfrentadas en AfD, una encarada por ella y otra por los cabezas de cartel a las elecciones, el ultraconservador Alexander Gauland y la doctora en Economía de perfil liberal Alice Weidel.

«Se debe poder hablar de todo y cuando uno ocupa un cargo de liderazgo debe anticipar su decisión al resto de los miembros. Me habría gustado que Petry hablara personalmente al menos conmigo y con Alexander Gauland y que hubiese buscado un diálogo que desde hace meses no ha tenido lugar», manifestó la cocandidata a las elecciones generales de AfD, Alice Weidel.

«Hemos dado todo para lograr que este partido sea lo que es desde este domingo (...), para que este partido llegase a un 13 % de los votos. Teníamos una idea de la campaña electoral distinta a la de la señora Petry», añadió.

La división del partido se produce en un ambiente de creciente tensión en las filas de la AfD, después de que en las últimas horas, tras el éxito electoral cosechado en las elecciones generales de este domingo, abundasen las críticas a la copresidenta en el seno del partido.

Las diferencias entre los líderes ultraderechistas se palpaban hoy en Berlín desde primera hora de la mañana, cuando minutos antes de la comparecencia conjunta, Weidel y Gauland se reunían en una sala en la que en ningún momento entró Frauke Petry.

La situación, en la que miembros del partido acorralan a su máxima figura recuerda inevitablemente al año 2015, momento en que la AfD comandada por la propia Petry defenestró al líder y cofundador de Alternativa para Alemania, Bernd Lucke, quien ya no pertenece a la formación.

«Queremos ser una clara oposición en el Bundestag (Parlamento). El Bundestag debe volver a ser el lugar en el que resuenen las cuestiones sociales de este país», recalcó el cocandidato a las elecciones generales de AfD, Alexander Gauland, durante su comparecencia ante la prensa hoy en la capital alemana. «Vamos a esforzarnos para mantener la confianza de los votantes», agregó.

Por su parte, su compañera Alice Weidel señaló que este resultado es un claro mandato de los votantes para que controlen al Gobierno en el Parlamento. «Vamos a controlar al Gobierno, algo que los últimos cuatro años prácticamente no ha tenido lugar. El mejor ejemplo de ello es la política migratoria», subrayó.

Con un programa electoral centrado en la lucha contra la inmigración, AfD reclama, entre otras cosas, poner fin a la «inmigración masiva desordenada», promover la natalidad para «la subsistencia del pueblo alemán» y que Alemania abandone el euro como moneda común en el continente.