Macron redobla su campaña para conseguir mayor integración en la UE

Alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

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POOL | Reuters

Pide a Angela Merkel que no se repliegue y que avance en el sentido de la historia

27 sep 2017 . Actualizado a las 07:18 h.

El escenario, en la Sorbona, no pudo ser más solemne. Emmanuel Macron redobló ayer su campaña para refundar la Unión Europea en un momento en el que el resultado de las elecciones alemanas del domingo hace temer que Angela Merkel vaya a echar el freno a la empresa presionada por la necesidad de pactar con los liberales euroescépticos del FPD. La meta es más europeísmo, más integración. En este sentido, el presidente francés no dudó en meter presión a la canciller dando por hecho que la respuesta de la líder germana «no será ni un repliegue ni la timidez, sino la audacia y el sentido de la historia». Propuso al respecto que Francia y Alemania firmen un nuevo tratado del Elíseo el 22 de enero próximo para incrementar la cooperación con la idea de que ambas potencias hayan integrado totalmente en 2024 sus mercados respectivos mediante la aplicación de las mismas reglas a sus empresas.

Macron resumió su propuesta en cinco puntos clave sobre los que trabajar en los próximos diez años: la seguridad y defensa europea, la integración económica de la zona euro, la cuestión migratoria, la lucha contra el cambio climático y la innovación digital. «La Europa que conocemos es demasiado débil, demasiado lenta, demasiado ineficaz, pero solo Europa puede darnos una capacidad de acción en el mundo ante los grandes desafíos contemporáneos», aseveró ante un público mayoritariamente universitario. Macron desgranó esos objetivos en una serie de tareas entre las que destaca impulsar la creación de una fuerza común de intervención de aquí a 2020, al igual que una fiscalía europea contra el terrorismo.

Para lograr todo ello propone la creación de un presupuesto de seguridad común y una doctrina también común para gestionar tanto las amenazas de seguridad como la crisis de los refugiados. El plan incluye también la formación y despliegue de una policía europea en las fronteras «para controlarlas eficazmente, acoger dignamente a los refugiados y expulsar rápidamente a los que no sean aptos para obtener el derecho de asilo».

La medida más audaz, el establecimiento de un presupuesto económico común, viene acompañada de otra medida controvertida, la creación de un ministerio de finanzas de la zona euro que gestione la financiación de inversiones comunes, con impuestos ligados a este presupuesto. Los recursos podrían proceder de tasas medioambientales y del sector digital así como, en su día, de impuestos comunes una vez culminada la armonización fiscal que preconiza. Por ejemplo, pretende determinar antes de 2020 una horquilla de tipos para el impuesto de sociedades que comprometería a los Estados miembros y que condicionaría el acceso al fondo europeo de cohesión. También quiere discutir desde noviembre la fijación de un salario mínimo europeo y niveles de cotizaciones sociales menos dispares.

Macron abogó por la introducción de listas transnacionales para cubrir en las elecciones europeas los 73 escaños dejados vacantes por los diputados británicos tras el brexit. Esas listas serían generalizadas en el siguiente escrutinio de 2025 con el fin de asignar la mitad del hemiciclo. Además, propone reducir de 30 a 15 el número de comisarios y que los países fundadores sean los primeros que renuncien a los suyos para predicar con el ejemplo. Planteó, además, que en 2018 se pongan en marcha en los Estados que lo deseen «convenciones democráticas» para que durante seis meses los ciudadanos debatan sobre la hoja de ruta de la refundación. Partidario de una Europa a varias velocidades, su propósito es que ningún país pueda «bloquear a los que quieren avanzar más rápido».