El califato se difumina en Irak

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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AHMAD AL-RUBAYE | afp

El Estado Islámico solo resiste en la frontera siria, tras perder su último feudo urbano

06 oct 2017 . Actualizado a las 07:41 h.

El califato de Abu Bakr al Bagdadi se desvanece en Irak, tres años después de su autoproclamación. Con la perdida ayer de su ultimo bastión urbano, Hawiya, el Estado Islámico solo controla una pequeña franja desértica fronteriza con Siria y dos pequeñas localidades. Las tropas iraquíes respaldadas por EE.UU. y los paramilitares chiíes de Hashed al Shaabi (Unidades de Movilización Popular), entrenados por Irán, entraron ayer hasta el centro de esa ciudad suní, con unos 70.000 habitantes, sin apenas resistencia. Los yihadistas no plantaron batalla hasta la muerte como les pedía el califa y los soldados avanzaron rápidamente en barrios abandonados por sus habitantes, según pudo comprobar el corresponsal de France Press.

El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, proclamó «la liberación de la ciudad de Hawiya» en París, tras reunirse con el presidente Emmanuel Macron. «Solo queda para reconquistar la franja fronteriza» con Siria, añadió.

El general Raid Shaker Jawdat, comandante de la Policía Federal, dio por liberado el distrito de Hawiya, pero la ofensiva continuaba en varios puntos de la comarca. El miembro del Consejo provincial de Kirkuk, Burhan al Asi, dijo a Efe que todavía quedan algunos focos de resistencia en alguno de sus pueblos. En concreto, destacó el municipio de Al Riyad, donde los yihadistas de negro controlan algunas aldeas.

Su ubicación geográfica en la provincia rica en petróleo de Kirkuk y su proximidad a Mosul convirtieron a Hawiya en centro de conflicto entre bandos rivales desde la invasión lanzada por George W. Bush en el 2003. Los estadounidenses la apodaron la «Kandahar de Irak» por la fuerte resistencia que encontraron, al igual que la del bastión talibán en Afganistán.

Las tribus suníes que pueblan esta comarca siempre se han mostrado hostiles tanto al Gobierno de Bagdad, dirigido por chiíes, como a los kurdos, lo que en parte facilitó el control del EI.

Tras la toma del control de Hawiya, las fuerzas iraquíes entran en contacto directo con los peshmergas kurdos, en medio de la tensión por el sí a la independencia del Kurdistán. Al Abadi aseguró que no quiere una «confrontación armada», pero la «autoridad federal tiene que prevalecer». «Tenemos una Constitución que «los kurdos votaron en el 2005». Macron se ha ofrecido a mediar.

Deir al Zur, la próxima

Con el fin de la ofensiva sobre Hawiya, lanzada hace 14 días, las fuerzas iraquíes se concentran ya en el último foco de resistencia yihadista, una franja en el desierto fronterizo que linda con el Éufrates. Allí, los hombres del califa controlan dos localidades: Rawa y Al Qaim. Al otro lado de la frontera, está la provincia siria de Deir al Zur, donde ayer seguían el avance de las tropas de Bachar al Asad sobre el feudo yihadista de Al Mayadin, apoyadas por submarinos rusos Veliki Novgorod y Kolpino, que lanzaron desde aguas del Mediterráneo diez misiles de crucero Kalibr.