José Andrés sirve un millón de comidas a las víctimas del huracán de Puerto Rico

J. C. G.

ACTUALIDAD

El chef asturiano consigue la proeza a través de su oenegé, World Central Kitchen, mientras Trump anuncia que la ayuda federal no puede seguir «para siempre» un mes después del ciclón

19 oct 2017 . Actualizado a las 11:42 h.

La Cruz Roja ha repartido ya más de medio millón de comidas a las víctimas portorriqueñas de los huracanes María e Irma. El chef asturiano José Andrés ha conseguido doblar esa cifra, y no precisamente con sandwiches o comida fría, como la distribuida por la ayuda federal, sino con comidas calientes. Y la cifra aún podría haber sido mayor de no ser por las dificultades burocráticas y la cicatería que el chef reprocha al gobierno de Donald Trump. Mientras que el presidente estadounidense anunciaba hace unos días por vía de uno de sus mensajes en Twitter que el organismo federal encargado de la asistencia -la Federal Emergency Management Agency, FEMA- y la ayuda militar no podrían mantenerse «para siempre», el chef asturiano con nacionalidad estounidense se ponía las pilas para no desatender a sus compatriotas del estado asociado de Puerto Rico. La raya del millón de menús era sobrepasada en algún momento del pasado miércoles. Lo anunciaba el propio José Andrés a través de un video en Youtube y la web de su oenegé, World Central Kitchen.

El logro se hizo posible a través de los recursos y el operativo de World Central Kitchen (WCK) y de la ayuda de un batallón de voluntarios -500 o 600 cada día, incluyendo destacados chefs portorriqueños- operando en 15 cocinas distribuidas por todo el estado, y principalmente desde el Coliseo de San Juan de Puerto Rico, un estadio transformado en los fogones centrales y centro operativo de la operación. El resultado, de las 25.000 comidas calientes servidas en los primeros días, ha ascendido hasta la más de 60.000 comidas diarias para los afectados en un país que aún no ha recuperado la electricidad más que en el 14 por ciento de su territorio después del huracán María, hace ya un mes.

«Cuando establecemos contacto con una comunidad, mantenemos ese contacto. Cuando vamos a un sitio, nos ocupamos de él hasta que vemos que tiene las condiciones adecuadas para sustentarse. Eso es lo que una organización de ayuda debería ser», ha declarado José Andrés, en evidente tono de reproche.

La campaña se ha nutrido de donaciones millonarias a WCK y ha contado hasta con la cesión de un helicóptero de los servicios estatales de seguridad. Menos facilidades se han recibido por parte de la administración federal. La FEMA inicialmente contrató 20.000 comidas y anunció que pagaría otras 20.000, pero José Andrés se plantó: exigía 120.000. El chef acusaba a la FEMA en Time de haberlo querido «usar como una marioneta para mostrar que estaban haciendo algo», aunque luego moderó un tanto su discurso, pero sin dejar de criticar, eso sí, la «inflexibilidad» de la burocracia federal «en tiempos de crisis». 

La entega de José Andrés con Puerto Rico ha sido máxima. Durante las tres semanas largas de la campaña de WCK, apenas ha pasado cuatro días en su casa, y una de ellas lo hizo con síntomas de deshidratación. Pero el asturiano lo sigue teniendo claro: «Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?». El lema de José Andrés como capitán de la WCK es de John Steinbeck, y lo lleva a rajatabla: «Donde se esté luchando para dar de comer a la gente hambrienta, allí estaré».