El árabe más rico del mundo, que donó toda su fortuna a actos de caridad, cae en la caza de brujas anticorrupción

L. G. V. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

LUCAS DOLEGA | EFE

Alwaleed bin Talal, príncipe, inversor y una de las mayores fortunas del mundo

06 nov 2017 . Actualizado a las 08:43 h.

Denunciar a la revista Forbes por haber subestimado su fortuna da cuenta de cómo se las gasta este príncipe de Arabia Saudita al que le pesan casi más los bolsillos que los días que se prevé va a pasar entre rejas. Alwaleed bin Talal (Jeddah, 1955), que en los últimos años es uno de los nombres habituales de la codiciada lista de los más ricos del mundo, cuenta entre su patrimonio con el 10 % de las acciones de Disneyland París, un prestigioso hotel en Londres y traiciona al gigante tecnológico de la manzana invirtiendo a partes iguales en Twitter.

Su arresto por establecer negocios al margen de la ley, sin embargo, ya le está costando caro tanto al multimillonario como a su firma de inversiones, Kingdom Holding, -una de las principales de Arabia Saudí- cuyo valor en el parqué local caía ayer un 9,9 %.

Pese a que se estima que la fortuna de este excéntrico sexagenario superaba los 32.000 millones de dólares, lo cierto es que su detención ha pillado desprevenido a más de uno, tanto por la evidencia de que el comité anticorrupción encargado por el príncipe heredero no se amilana con los fuertes, como por la vena filantrópica que en varias ocasiones ha demostrado poseer este príncipe saudí. Una de los actos de caridad que ha sonado con más fuerza es el que llevó a cabo hace dos años, cuando decidió donar 29.000 millones de dólares a entidades humanitarias, lo que suponía casi el total de su fortuna: un hecho sin precedentes históricos.

No obstante, no era la primera vez que Talal tenía un gesto altruista con el prójimo. Y el prójimo en este caso fue Donald Trump. El ahora presidente de EE.UU., no pasaba una buena racha económica en los noventa, y su amigo no dudó en echarle una mano. A ver si cambian las tornas.