La UE y Argentina presionan a Maduro para forzarlo a negociar

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

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Las sanciones de los 28 incluirán un embargo de armas

09 nov 2017 . Actualizado a las 07:55 h.

Después de que el Tribunal Supremo de Justicia y la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aprobaran «anular» (figura no prevista en la legislación venezolana) la inmunidad del vicepresidente del Parlamento Freddy Guevara, la Unión Europea y el Gobierno argentino intensificaron la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro, quien a su vez aprobó una ley contra el odio que, según los analistas locales, ha sido diseñadada para incrementar la represión y la censura contra sus adversarios.

Los embajadores de los 28 dejaron listo ayer el paquete de sanciones a Caracas que aprobarán el lunes los ministros de Exteriores, y que incluye el embargo de cualquier venta de armas al régimen al mismo tiempo que deja abierta la posibilidad de represalias selectivas contra funcionarios venezolanos. La prohibición de exportaciones es extensiva a aquellos equipos que pudieran servir «para la represión interna» o «para vigilar las comunicaciones electrónicas».

Las sanciones, que tienen como objetivo impulsar un proceso creíble que pueda conducir a una solución pacífica negociada en Venezuela, se ejecutarán de manera que no afecten a la población. El acuerdo incluye la congelación de bienes y la prohibición a viajar al espacio Schengen a los funcionarios venezolanos, «si la evolución de la situación así lo requiere». 

Ofensiva de Macri

El acuerdo se suma a la prohibición de negociar nuevos bonos venezolanos en Estados Unidos, según una directriz del Gobierno de Donald Trump, hace dos meses, una medida que se queda corta para el presidente argentino. Mauricio Macri pidió ayer a su homólogo norteamericano establecer un embargo petrolero total a las exportaciones de petróleo venezolanas hacia EE.UU. «Creo que deberíamos ir hacia un embargo petrolero total. Las cosas empeoran más y más (en Venezuela», señaló el inquilino de la Casa Rosada en una entrevista al Financial Times.

Mientras, la ANC, a la que ni la UE ni EE.UU. ni Argentina (junto con otros 13 países de América) reconocen, aprobó ayer una ley contra el odio que establece penas de cárcel para los culpables de promover delitos de odio e intolerancia, así como severas sanciones a quienes promuevan la violencia contra una persona o grupo de personas. La ley, que ha sido blandida como una amenaza desde hace meses contra la disidencia y los pocos medios de comunicación que no se encuentran tutelados por el Gobierno, fue considerada por la excanciller y presidenta de la ANC, Delcy Rodríguez, como «una exportación de paz y tolerancia». Sin embargo, se aprueba cinco días después de que el vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, fuera obligado a asilarse en la embajada de Chile en Caracas por la persecución de la que fue objeto y en medio de crecientes rumores de que el actual responsable del Legislativo, Julio Borge, pudiera correr la misma suerte que su compañero de oposición.