Saqueos y tensión en el sur venezolano por la escasez y carestía de alimentos

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

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MARCO BELLO | Reuters

Pudo influir que el Gobierno incumplió la promesa electoral de regalar perniles

27 dic 2017 . Actualizado a las 08:06 h.

Decenas de personas fueron detenidas en Venezuela por intentar saquear comercios al sur del país, en un día de Navidad en el que en varias ciudades hubo fuerte tensión, producto de la crisis económica y social que vive el país. En Ciudad Bolívar, a 700 kilómetros de la capital, ocho comercios sufrieron intentos de saqueos, entre ellos tres licorerías, y las fuerzas del orden tomaron militarmente la ciudad, que ya sufrió fuertes disturbios hace exactamente un año, cuando más de cien negocios fueron vaciados por la multitud.

La policía del Estado Bolívar tuvo que enfrentarse a fondo contra los manifestantes en un día en el que normalmente hay pocos incidentes. El alcalde de la población, capital del estado Bolívar, pidió a los manifestantes «calma» en su cuenta de Twitter. Los intentos de saqueos se repitieron este martes pero la ciudad ya se encuentra bajo el control del Ejército.

El incidente de Ciudad Bolívar es el más grave registrado durante una semana en que la tensión en todo el país ha ido en ascenso, como consecuencia de la grave hiperinflación que vive Venezuela, y de la aguda escasez y pobreza que la aquejan. En esa misma ciudad hubo severos disturbios hace poco más de un año, cuando Nicolás Maduro ordenó sacar de circulación el billete de más valor que para el momento había en el país, de 100 bolívares. Este martes se le sumó la ciudad de Cumaná, a 500 kilómetros al oriente de Caracas y capital del estado Sucre, con protestas en el centro de la ciudad que degeneraron en enfrentamientos entre la Guardia Nacional y manifestantes que exigían comida.

La razón de la mayoría de las protestas son el cobro de una deuda que el Gobierno, aparentemente, contrajo con los manifestantes, a los que habría prometido en los barrios más pobres del país «cajas CLAP» [que incluyen alimentos básicos y que el Gobierno entrega por un precio irrisorio en comparación con los precios de los alimentos en el mercado] y que incluirían pernil de cerdo, un plato tradicional de las fiestas en una Venezuela en la que los niveles de consumo de carne han caído más del 60 %. Esto, supuestamente, a cambio de que la gente asistiera a votar en las elecciones municipales, hace tres semanas, que la oposición boicoteó.

El gobernador del estado Trujillo, el también chavista Henry Rangel Silva, culpó a un «sabotaje» que prácticamente no se haya distribuido el pernil en el mecanismo de ayuda gubernamental y pidió «paciencia». Mientras, las redes sociales mostraban el precio del pernil de cerdo en la cadena gubernamental de mercados Bicentenario, que tenían el mismo precio de la calle, y acusaban a funcionarios de desviar los perniles importados directamente por el Gobierno.

Según el Centro de Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), oenegé que mide la inflación [hace más de dos años que el Banco Central no da cifras regulares] la canasta básica de los venezolanos aumentó, solo en noviembre, el 149 %. Se requieren 46 salarios mínimos para costearla. El cálculo del incremento de precios del último año, según el propio Cendas, es del 2.123 %. El país ha perdido el 40 % de su PIB durante el Gobierno de Maduro, y la Iglesia ubica el porcentaje de población infantil con desnutrición en el 14,5 %.