Las dos Coreas retoman las comunicaciones militares tras una histórica reunión

Efe SEÚL

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KOREA POOL | EFE

Ambos ejércitos realizaron hoy con normalidad pruebas de intercambio de mensajes a través de la línea recién restaurada

10 ene 2018 . Actualizado a las 07:30 h.

Los ejércitos de las dos Coreas se comunicaron hoy por primera vez en casi dos años a través de una línea cuya reactivación notificó Piongyang a Seúl en su histórica reunión de alto nivel del martes.

Ambos ejércitos realizaron hoy con normalidad pruebas de intercambio de mensajes a través de la línea recién restaurada, confirmó a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa.

La línea está destinada a comunicaciones militares en la región en torno al mar Amarillo (llamado mar del Oeste en las dos Coreas) y Piongyang había dejado de utilizarla en febrero de 2016 en protesta por el cierre del complejo intercoreano de Kaesong, que decidió Seúl como castigo por el desarrollo armamentístico de Piongyang.

Sin embargo, Corea del Norte informó este martes a su vecino del sur en sus conversaciones de alto nivel, las primeras desde diciembre de 2015, que había reconectado esta vía de comunicación.

Durante la reunión Piongyang aceptó además la propuesta de Seúl de llevar a cabo futuras conversaciones de rango militar para atenuar los ánimos en torno a la tensa frontera entre los dos países, que técnicamente se mantienen en guerra desde hace 65 años.

En ese sentido, se espera que el Ministerio de Defensa surcoreano proponga esta semana o la siguiente una fecha y un lugar para celebrar el primero de esos encuentros.

Los militares de las dos Coreas no se han reunido desde octubre de 2014, antes de que las relaciones bilaterales empeoraran progresivamente ante el continuo desarrollo del programa de armas de Piongyang y el incremento de los desencuentros fronterizos, incluyendo intercambios de disparos de advertencia.

La reunión del martes se saldó con importantes gestos de acercamiento para facilitar el diálogo intercoreano y rebajar la tensión en la península tras un 2017 marcado por un creciente número de pruebas norcoreanas de armas y las beligerantes advertencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dirigidas a Piongyang.