Trump pagó por callar a una actriz porno con la que tuvo una aventura

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Richard Graulich | DPA

El presidente acusa a los demócratas de acabar con el posible acuerdo migratorio al filtrar sus insultos racistas a varios países

14 ene 2018 . Actualizado a las 09:23 h.

Donald Trump se refugia este fin de semana en su inmensa propiedad de Mar-a-Lago, la llamada Casa Blanca de invierno, mientras los escándalos no dejan de perseguirle. El último es que su abogado pagó 130.000 dólares a una antigua actriz porno un mes antes de las presidenciales del 2016 para que no revelara que había mantenido relaciones con el magnate diez años antes, según The Wall Street Journal.

Un responsable de la Casa Blanca negó la información, según la cual Stephanie Clifford afirma que conoció al magnate durante un evento de golf en el 2006, un año después de haberse casado con Melania. Clifford, cuyo nombre artístico es Stormy Daniels, sostiene que el encuentro sexual ocurrió poco después de conocerse, según el Journal, que cita fuentes familiares.

El abogado Michael Cohen fue el encargado de pagar a la mujer en octubre del 2016, bajo un acuerdo que incluye una cláusula de confidencialidad. «Son informaciones viejas y recicladas, que ya fueron publicadas y negadas antes de las elecciones», insistió un portavoz de la Casa Blanca.

Durante la campaña, el WSJ ya publicó que Clifford, de 38 años, habría estado en conversaciones con el canal ABC para dar una entrevista sobre Trump, que finalmente no se hizo. También salió a la luz un vídeo de Trump, en el que se jactaba de poder manosear a las mujeres impunemente. Él ha tildado de mentiras todas las acusaciones de conducta sexual inapropiada, y ha llegado a decir que los comentarios del vídeo fueron manipulados.

Mientras prosigue la indignación internacional por calificar a naciones como El Salvador o Haití como «países de mierda», Trump da por perdido el acuerdo migratorio fraguado durante meses en el Senado por un grupo bipartidista. Este sábado acusó a los demócratas de haber acabado con un posible acuerdo migratorio, después de que se filtrarán los polémicos comentarios que el mandatario hizo en el encuentro en que los legisladores de ambos partidos le dieron detalles sobre su propuesta.

«Los demócratas son todo palabras y nada de acción. No están haciendo nada para arreglar DACA. Una gran oportunidad perdida. ¡Muy mal!», escribió en su cuenta de Twitter sobre la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños. «No creo que los demócratas realmente quieran ver un acuerdo sobre DACA -prosiguió-. Este es el momento, pero, día tras día, están desperdiciando la gran oportunidad que tienen. ¡Demasiado!», añadió en la misma red social.

Posibilidades

Varias fuentes del Senado consultadas por Efe no dan por muertas las negociaciones, pero reconocen que tenían más posibilidades de éxito antes de dicha reunión, a la que acudieron senadores y asesores republicanos del ala más extrema del partido.

El grupo negociador, formado por tres senadores demócratas y tres republicanos, había alcanzado un principio de acuerdo legislativo que cumplía los requisitos exigidos por la Casa Blanca para aprobar una ley que dé un camino a la ciudadanía a más de un millón de soñadores, los jóvenes que son susceptibles a la deportación y que se criaron en EE.UU.

Irán anuncia una enérgica reacción al ultimátum y las sanciones de Washington

Irán advirtió a Donald Trump que su política a base de ultimátum y sanciones «cruza todas las líneas rojas» y recibirá una «seria reacción», aunque no especificó las medidas concretas que se piensan adoptar.

El presidente estadounidense prometió en campaña que su prioridad sería acabar con el acuerdo nuclear firmado en el 2015 por Barack Obama, y eso es lo que se dispone a hacer en un plazo de 120 días a no ser que sus socios europeos y los iraníes acepten introducir una serie de reformas en el texto original. Trump, además, aprobó una nueva ronda de sanciones contra 14 entidades e individuos, entre ellos el jefe el Poder Judicial, el ayatolá Sadeq Lariyani. Washington considera a Lariyani uno de los responsables de las medidas represivas adoptadas por el régimen para sofocar las revueltas de principios de año.

Los iraníes informaron a Trump de que no adoptarán ninguna medida más allá de los compromisos contraídos con el pacto nuclear, y que tampoco permitirán que se establezca ninguna conexión entre este acuerdo y otros temas, una idea que recalcan cada vez que EE.UU. arremete contra el acuerdo.

Bruselas reitera que apoya el pacto nuclear pese a las exigencias de Estados Unidos Uno de los deseos del dirigente estadounidense es que se prepare una especie de «pacto suplementario» que afecte también al programa de misiles y que recoja un compromiso permanente de Irán de no enriquecer uranio a niveles que le permitan fabricar una bomba atómica. Hasta ahora el compromiso es temporal y expira en el 2025, algo que para la Casa Blanca parece insuficiente.

El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, insistió en que el acuerdo nuclear «no es renegociable» y que EE.UU. debe cumplirlo «plenamente». La república islámica cuenta a su favor con los informes de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que hasta el momento confirman que cumple con los puntos consensuados con el 5+1, (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania). Poco antes del ultimátum de Trump, la Unión Europea volvió a dar su respaldo al acuerdo en una reunión mantenida en Bruselas con Zarif.

Los puentes diplomáticos levantados entre Washington y Teherán posibilitaron la firma del acuerdo nuclear en el 2015 después de tres décadas de confrontación, pero en el último año se ha vuelto a la guerra dialéctica y Trump, alineado con las tesis de Israel. Pese a la congelación del enriquecimiento de uranio, los iraníes siguen probando nuevos misiles y los estadounidenses lo consideran una violación del acuerdo. Rusia respalda a Teherán y piensa que los ensayos balísticos no violan el texto del pacto.