La Segunda Enmienda peligra por estos chicos

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

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JOE RAEDLE | Afp

Alumnos de Parkland pasan el duelo por la muerte de 17 amigos liderando el mayor movimiento contra las armas de EE.UU.

25 feb 2018 . Actualizado a las 08:35 h.

Asistían a los exclusivos colegios de los barrios residenciales de Parkland con la tranquilidad de saber que en sus escuelas, plagadas de seguridad, era poco probable que un joven con problemas mentales diera la vuelta a sus vidas y los convirtiera en héroes a ojos del mundo entero. Los simulacros de tiroteos, que conocían al dedillo, tenían menos importancia que los tejemanejes para poder comprar cerveza o hacerse un tatuaje. Pero las prioridades cambiaron el 14 de febrero cuando Nikolas Cruz asesinó a 17 de sus compañeros. Los chicos del Marjory Stoneman Douglas lideran ahora el mayor movimiento contra las armas de la historia de Estados Unidos.

No se andan con chiquitas y el duelo lo pasan lidiando con congresistas de Florida, a los que intentan convencer de la necesidad de que este estado, uno de los más laxos con el control de armas, necesita endurecer su legislación. El eco del #NeverAgain (nunca más) se ha escuchado hasta en la avenida Pensilvania. Pero también en las redes sociales de niños estadounidenses hartos de vivir con el miedo de que su colegio sea el próximo Columbine o Newtown solo por, aseguran, la presión que la Asociación Nacional del Rifle (NRA) ejerce sobre los políticos del país. «Saldremos en los libros de texto», dicen los fundadores del movimiento, convencidos de que sus durísimos discursos no pasarán inadvertidos.

Tienen 17 y 18 años, pero se han convertido en un icono y en los medios de comunicación con más difusión de Estados Unidos se los rifan. Las palabras de Emma González el día después de la masacre no dejaron a nadie indiferente. Su única experiencia en activismo fue la Marcha por la Ciencia el año pasado y, sin embargo, es ya un referente en esta contienda. Su pelo rapado lo imitan chicos de todo el país y el vídeo en el que la joven reta a Donald Trump y espeta: «Que me diga en mi cara que fue una tragedia terrible y siga sin hacer nada al respecto» tiene cientos de miles de reproducciones.

Igual de efectivo que el mensaje de González fue la invitación de Cameron Kasky, de 17 años -que como su compañera sobrevivió al tiroteo encerrado en un armario- a darle visibilidad a la etiqueta #NeverAgain, que él mismo ideó. Se describe a sí mismo como el «payaso de la clase» pero se puso firme tras la tragedia y hasta la cadena CNN le propuso escribir un editorial después de preguntarle al senador de Florida, Marco Rubio, si le podía garantizar que «no aceptará una sola donación más de la RNA».

La otra cara visible de este potente movimiento es Alfonso Calderón. Un madrileño de 16 años que lleva desde hace seis viviendo en Parkland. «Si alguien se hubiera sentado con él [Cruz] cinco minutos, se habría dado cuenta de que no es una personas que debería tener un AR-15, que es un rifle de guerra. No es para cazar, no es para protegerte a ti mismo. Está hecho y diseñado para matar a personas». El Washington Post le agradeció en una carta pública su pelea por los compañeros que ya no están, pero le recordó que esta batalla no se ganará en un día. «Requerirá dedicación y persistencia, y eso es lo que me hizo llorar cuando te oí hablar y mientras escribo estas palabras», publicó el periodista Jonathan Capehart.

Las empresas dejan de colaborar con la Asociación Nacional del Rifle

Varias grandes empresas estadounidenses se han distanciado o directamente han roto relaciones con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) en los últimos días. Así la compañía aérea Delta Airlines anunció ayer la suspensión de los descuentos para miembros de la NRA y pidió a la asociación que elimine esa información de su web. Otras empresas como First National Bank of Omaha, la compañía de alquiler The Hertz Corp., MetLife Inc., Enterprise Holdings Inc., Symantec Corp., Chubb. Ltd., Best Western y Wyndham Hotels han tomado medidas similares. United Airlines y Bank of America también están revisando su relación con la NRA, según los medios estadounidenses.