La CDU aprueba la gran coalición y encumbra a la sucesora de Merkel

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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HANNIBAL HANSCHKE | Reuters

Merkel defendió el pacto que firmó con el SPD el 12 de febrero

27 feb 2018 . Actualizado a las 07:55 h.

Alemania está desde ayer un paso más cerca de formar Gobierno y poner fin a la inédita crisis que se abrió tras las elecciones de septiembre. Ni las críticas internas a la gestión de Angela Merkel, que reclaman un viraje a la derecha, ni el debate en torno a la necesidad de renovación impidieron que su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), predicara con el ejemplo al aprobar por aplastante mayoría tanto el acuerdo de gran coalición con los socialdemócratas como el nombramiento de su nueva secretaria general, Annegret Kramp-Karrenbauer, con la que la canciller sienta las bases de su sucesión.

«Las esperanzas depositadas en Alemania son grandes, también fuera de sus fronteras». Así inauguraba el congreso extraordinario Merkel, más debilitada que nunca después de fracasar su intento de tripartito con los ecologistas y los liberales en noviembre, y del 33 % que obtuvo en septiembre, su segundo peor porcentaje al frente de la CDU. «No podemos quedarnos en la decepción ante esos resultados, sino que debemos pensar en el porqué», subrayó en un discurso plagado de autocrítica.

Acto seguido, Merkel defendió el pacto que firmó con el SPD el 12 de febrero, consciente de que es la única posibilidad de formar un Ejecutivo estable y evitar nuevos comicios que solo perjudicarían aún más a los dos grandes partidos y fortalecerían a la ultraderecha. Un acuerdo para el que ha tenido que hacer duras concesiones a los socialistas, que se han quedado con los ministerios de Exteriores y Finanzas. Pese al disgusto que supuso para sus correligionarios la pérdida de esas carteras, tan solo 27 de los 975 delegados democristianos votaron en contra de la gran coalición. Ahora solo falta que los cerca de 464.000 militantes socialdemócratas den su visto bueno en una consulta vinculante, cuyo resultado se dará a conocer el domingo y de la que depende que Merkel sea investida para un cuarto mandato consecutivo.

El respaldo a la jefa cristianodemócrata llegaba solo después de que el día anterior esta presentara la lista con los titulares de la CDU que formarán parte del futuro gabinete. Una lista que incluye rostros nuevos y a uno de sus críticos, Jens Spahn. «Mejor gobernar con él que contra él», comentaba el semanario Der Spiegel sobre la maniobra con la que Merkel acalla a las voces que le exigían poner fin al continuismo y plantearse un relevo de poder. Para completar su jugada maestra, la líder conservadora propuso hace una semana a Kramp-Karrenbauer, primera ministra en el estado federado del Sarre, como número dos de la formación.

Un puesto con el que la conocida como AKK, católica y madre de tres hijos, se posiciona como favorita para suceder a Merkel al frente de la CDU. No ya por su estilo pragmático y sobrio como el de la canciller, sino por sus apoyos en todos los sectores del partido y su línea centrista, con la que la dama de hierro se asegura de que su formación seguirá su rumbo tras el fin de la era merkeliana. «Tenemos que dar respuestas al ciudadano, al empresario, al trabajador, a las madres y a los padres» en lugar de resignarnos «a ceder terreno a la ultraderecha», clamó AKK, cosechando una gran ovación a la que siguió su elección por el 98,8% de los votos.