Putin impone treguas diarias de cinco horas para vaciar de civiles Guta

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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MOHAMMED BADRA | EFE

Médicos y activistas denuncian un ataque químico de Al Asad en el bastión rebelde

27 feb 2018 . Actualizado a las 07:48 h.

«Por orden del presidente de Rusia, para evitar víctimas ente la población civil de Guta Oriental, a partir del 27 de febrero se declara una tregua humanitaria diaria entre las 9.00 y las 14.00 (hora local)». El anuncio hecho ayer por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, deja meridianamente claro quien manda en Siria. El alto el fuego de cinco horas cada día tiene como principal propósito abrir un corredor humanitario para permitir la salida que malviven en el sitiado enclave de la periferia rural de Damasco. Unos de los 390.000, según la ONU. Propone que los corredores discurran por Al Rukban y Al Tanaf, junto a la frontera con Jordania, para que los civiles puedan regresar a sus hogares en cuanto finalicen los combates, y en la que EE.UU. tiene una base en la que entrena a los grupos opositores que apoya.

Es la misma táctica utilizada en el sitio a Alepo. El objetivo es vaciar de población el último bastión rebelde y acabar con los grupos armados. Y de paso calmar a la comunidad internacional que ayer elevó un grado más la presión sobre Putin. El Reino Unido criticó el anuncio ruso que ignora la tregua de 30 días aprobada en la ONU y que demuestra que, si quiere, puede hacer cumplir un alto el fuego a Bachar al Asad. «Si puede hacer pausas de cinco horas, puede hacer pausas de 24 horas», dijo el embajador británico ante la ONU, Jonathan Allen.

Fuera de los despachos y los anuncio oficiales, el baño de sangre no se detiene en Guta. A los bombardeos (que costaron ayer la vida a 22 personas, nueve de ellas de una misma familia, y elevaron a 561 los muertos en nueve días) se unió la denuncia de activistas y médicos de un ataque con armas químicas la noche del domingo en Al Shafuniah, en el que perdió la vida un niño y otras 18 menores y adultos fueron atendidos por asfixia.

El doctor Yaacub explicó a la AFP que probablemente se utilizó gas cloro, por los síntomas y el olor que desprendía la «ropa y de la piel de los pacientes». El presidente Emmanuel Macron advirtió a Al Asad que Francia se mantendrá «vigilante» ante el posible uso de armas químicas, mientras el jefe de la diplomacia británica, Boris Johnson, instó a Occidente a no cruzarse de brazos si hay pruebas sólidas.

No es el primero ataque químico que sufre Guta. El peor fue el del 21 de agosto del 2013 con gas sarín que mató a 1.400 personas, según la inteligencia estadounidense, y que traspasó la línea roja marcada entonces por Barack Obama, aunque no llegó a cumplir su amenaza de un castigo militar.

Las fuerzas leales a Al Asad y sus socios siguieron bombardeando Guta con la excusa de que está repleta de combatientes de Tahrir al Sahm, la antigua filial de Al Qaida Frente al Nusra, excluida del acuerdo de tregua. Los activistas reducen su presencia a unos 600 combatientes.

Frenan ofensiva terrestre

Los rebeldes afirman que han frustrado el inicio de la ofensiva terrestre, comandadas por el general sirio Suheil Hasán, el Tigre. «Fue abortada antes de que empezara», señaló a Efe Abu Zuheir al Shami, jefe de la sala de operaciones del Ejército Libre Sirio (ELS). Aseguró que hace una semana descubrieron unos túneles donde iban a infiltrarse y los dinamitaron.

Macron advirtió a Recep Tayyip Erdogan en una llamada telefónica que la tregua de la ONU también incluye el enclave kurdo de Afrin, donde ayer Turquía reforzó su ofensiva.