Hallado muerto el disidente ruso Nikolai Glushkov en Londres

Europa Press / EFE

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TOBY MELVILLE | Reuters

El fallecimiento del antiguo socio de Boris Berezovski coincide con el pulso político librado entre Londres y Moscú a raíz de un ataque con gas nervioso cometido en Salisbury contra el exespía Sergei Skripal

13 mar 2018 . Actualizado a las 17:20 h.

El empresario ruso Nikolai Glushkov, un amigo cercano del difunto oligarca Boris Berezovski, fue hallado sin vida en su vivienda de Reino Unido el lunes por la noche, por causas aún por determinar, según han informado fuentes de su entorno al periódico británico The Guardian. Glushkov, de 68 años, trabajó en la década de los noventa para Aeroflot y LogoVAZ, la compañía automovilística de Berezovski. Tras la caída en desgracia del oligarca, que escapó a Reino Unido, Glushkov fue condenado por fraude y blanqueo de capitales y pasó cinco años entre rejas, hasta el 2004.

Tras escapar él también a Reino Unido, donde recibió asilo político, compareció ante un tribunal para declarar en contra del empresario Roman Abramovich, considerada una persona afín al Kremlin y al presidente Vladimir Putin. Según Berezovski, Abramovich le estafó 5 millones de dólares, pero la Justicia no le dio la razón. Berezovski desapareció de la vida pública y en marzo del 2013 se localizó su cadáver en la vivienda de su exmujer en Berkshire. La Policía atribuyó entonces el fallecimiento a un suicidio, una versión de la que dudó entonces su entorno pero que no se ha refutado en términos oficiales.

Por su parte, Glushkov recibió en el 2017 una segunda condena por corrupción en Rusia, tras ser juzgado in absentia por el presunto robo de 123 millones de dólares. El empresario fue sentenciado a ocho años de cárcel. El fallecimiento de Glushkov coincide con el pulso político librado entre Londres y Moscú a raíz de un ataque con gas nervioso cometido en Salisbury (Reino Unido) contra el exespía Sergei Skripal. La primera ministra británica, Theresa May, sospecha de la implicación de Rusia, que ha tachado de «disparate» las acusaciones.

Examinan a 38 personas tras el envenenamiento del espía ruso

Servicios médicos británicos han examinado a 38 personas en Salisbury (Inglaterra) que podrían haber quedado expuestas al agente nervioso de naturaleza militar que envenenó al espía doble ruso Sergei Skripal y su hija, informó el jefe de la policía antiterrorista británica, Neil Basu. Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, permanecen hospitalizados en estado crítico, mientras que el policía Nick Bailey, que entró en contacto con el agente químico en los primeros momentos de la investigación, continúa grave aunque su salud está haciendo «progresos». Otra persona, de la cual Basu no ofreció detalles, está siendo monitorizada por los médicos, aunque hasta ahora no ha mostrado síntomas de envenenamiento, mientras que los otros 34 individuos que fueron atendidos han sido dados de alta. El mando de la policía británica insistió en que el riesgo para la salud de la población es «bajo» y urgió a los ciudadanos de Salisbury que pasaron por los mismos lugares que Skripal el pasado día 4, cuando fue envenenado, que limpien las pertenencias que llevaban entonces para evitar una posible contaminación. Basu subrayó que todavía no puede ofrecer detalles sobre cómo y cuándo fueron contaminados el agente doble y su hija, y pidió una vez más la colaboración de cualquiera que pueda tener información sobre el ataque.

Al reconstruir lo ocurrido el día en el que se produjo el envenenamiento, el jefe antiterrorista reveló que la hija de Skripal había llegado al aeropuerto londinense de Heathrow en un vuelo procedente de Rusia el día anterior al suceso. El policía detalló que ambos llegaron al aparcamiento de un centro comercial en Salisbury el domingo día 4, y visitaron el pub Bishop's Mill y el restaurante Zizzi antes de ser encontrados en un estado «extremadamente grave» en el banco de un parque cercano. Basu subrayó que la policía está especialmente interesada en encontrar a testigos que vieran a Skripal y a su hija en el coche del antiguo espía ruso, un BMW de color rojo.

Por otra parte, el químico ruso Vil Mirzayanov, que colaboró en el desarrollo del agente nervioso Novichok, con el que ambos fueron envenenados, declaró a la cadena británica Sky News que sus efectos no tienen «cura». Mirzayanov, que hace más de dos década abandonó Rusia para instalarse en Estados Unidos, explicó que la sustancia está diseñada para producir daños «irreparables» y que aquellas personas expuestas a dosis significativas quedan «inválidas» para el resto de sus vidas.

El químico mostró asimismo preocupación por los habitantes de Salisbury que puedan haber quedado expuestos a la sustancia y subrayó que incluso cantidades minúsculas de «Novichok» pueden provocar el desarrollo de síntomas años después. El científico citó «dolores de cabeza, dificultad para pensar y (problemas de) coordinación», entre los efectos en la salud que puede provocar el agente nervioso a largo plazo.