Merkel busca doblegar a Trump

Patricio Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

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Jonathan Ernst

La falta de sintonía marca su segunda visita, centrada en los desencuentros comerciales

27 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una imagen vale más que mil palabras. Algo que quedó claro en su primer encuentro en la Casa Blanca, cuando Donald Trump se negó a estrechar la mano a Angela Merkel para posar ante las cámaras. Una escena que muchos analistas europeos temen que se repita hoy, poco más de un año después, durante la cita que tienen la doctora en Física alemana bautizada como «líder del mundo libre»,y el magnate republicano partidario del proteccionismo y amante de las reinas de belleza.

No es casualidad que la canciller alemana haya decidido cruzar el charco tres días más tarde que el presidente francés, con el que pretende reformar la Unión Europea. Pero los contrastes serán muy claros. Nadie espera que se repitan los gestos de complicidad que se dedicaron Trump y Emmanuel Macron. De hecho, mientras que el jefe del Estado galo fue recibido con honores militares, una cena oficial y una noche en la ópera, para la líder de la gran coalición alemana el presidente de EE.UU. apenas se ha reservado dos horas y media.

La falta de química entre ambos mandatarios se hizo evidente ya antes de llegar al poder, cuando Trump calificó de «error garrafal» la decisión de Merkel de abrir las fronteras a los refugiados. Desde entonces, no han faltado los desencuentros. Sin duda el que más pesa ahora mismo es el de las relaciones comerciales, ante la eventual entrada en vigor, el 1 de mayo, de los aranceles estadounidenses a las importaciones de aluminio y acero procedentes de la UE.

Berlín partía ayer de la base de que Trump, que ha criticado en numerosas ocasiones el superávit comercial de la locomotora europea y amenazado a las automotrices germanas, dará ese paso, profundizando así la guerra comercial que inició con la mirada puesta en China. No obstante, la serena Merkel insiste en cuidar «los lazos transatlánticos» que para ella constituyen un pilar fundamental, aseguran fuentes gubernamentales. 

El tema iraní

Sobre todo porque sabe que necesita a Estados Unidos si de verdad desea asumir un mayor liderazgo en conflictos internacionales como los de Siria e Irán. Trump decidirá el 12 de mayo si prorroga el levantamiento de las sanciones acordadas con el convenio que mantiene a raya las ambiciones de Teherán de ser una potencia atómica. El objetivo de la UE es preservar el acuerdo nuclear firmado con Irán hace tres años, que el visceral republicano tachó de «desastre» ante Emmanuel Macron.

Previsiblemente analizarán también la situación en Ucrania, las sanciones impuestas a Rusia, la lucha contra el cambio climático, y la cooperación en el marco del G7 y el G20. Pero tampoco cabe duda de que Trump volverá a presionar a Merkel para que aumente el gasto en defensa hasta el 2 % del PIB alemán, de cara a la próxima cumbre que celebrará la OTAN en julio.

Una cita que el estadounidense aprovechará para realizar su primera visita al Reino Unido y entrevistarse con Theresa May. El viaje había sido postergado ante la lluvia de críticas de los británicos, la amenaza de protestas y que el portavoz del Parlamento, John Bercow, rechazara recibir a Trump. El único en celebrar su visita del 13 de julio fue el jefe de la diplomacia británica, Boris Johnson. «Una noticia fantástica», escribió en Twitter.