Dantinne: «Deberíamos preguntarnos si es un terrorista o solo un asesino»

Cristina Porteiro
CRISTINA PORTEIRO BRUSELAS / CORRESPONSAL

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El experto criminólogo cuestiona la eficacia del programa de prevención de la radicalización en las cárceles de Bélgica

30 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Michaël Dantinne trabaja como experto criminólogo en el Centro de Estudios sobre el Terrorismo y la Radicalización de la Universidad de Lieja. Conoce bien los comportamientos, motivaciones y mecanismos de que llevan a algunos sujetos a convertirse en yihadistas. Aunque es cauto y prefiere coger con pinzas la versión del ataque terrorista, reconoce que hay un problema de radicalización en las cárceles belgas.

-¿Qué perfil podría hacer de Benjamin Herman?

-Es prematuro con la poca información que tenemos por ahora, tanto sobre los hechos como sus datos. Hay poca claridad, también sobre su posible implicación en un asesinato el lunes por la noche. Si se confirmase, podría cambiarlo todo. Entonces deberíamos preguntarnos si hay que considerarlo terrorista o simplemente un asesino. Puede que encaje en los dos perfiles: El de alguien extremadamente violento, ya demostrado, y alguien que se ha radicalizado en prisión.

-Las autoridades apuntaron rápidamente a un ataque terrorista, ¿puede cambiar el diagnóstico?

-Lo decidieron sobre las bases de los hechos que tenían. La diferencia entre ataque violento y ataque terrorista es que, aunque en ambos casos hay violencia, se diferencian por las motivaciones en términos de ideología, por ejemplo. Puede que cambien de parecer. Las autoridades judiciales lo tenían en el radar por diversos crímenes, no por radicalización. Si se demuestra que es un ataque terrorista, sería un punto de inflexión. Supone que un criminal común se convierte dentro de la prisión en un terrorista. La pregunta es por qué. Por eso hay que poner el foco sobre la prevención. Se radicalizan en muy poco tiempo mientras están encarcelados, tanto en Bélgica como en Francia o Alemania. Pero hay que contar con herramientas fiables para detectarlos. ¿Tomamos las medidas suficientes en las prisiones belgas para reducir el riesgo de radicalización en las cárceles? Porque lo que tenemos aquí es un criminal ordinario que podría haber sido radicalizado en prisión por otros convictos.

-¿Cree que las autoridades belgas podrían hacer más para evitar la radicalización?

-Tenemos dos programas dentro de las prisiones interconectados, pero también distantes. Uno se enfoca a los que han cometido crímenes. El problema es qué hacemos cuando terminan los programas y los tenemos que poner en libertad. También me pregunto si deberían estar en contacto con otros presos para los que el paso por la cárcel a veces es fundamental para radicalizarse. Los programas trata de evitar que se involucren en este tipo de crímenes cuando salgan de la cárcel. Pero tenemos un problema más gordo y es que no hay una parte del programa destinada a los que están en prisión por otros crímenes comunes.

-¿Cómo se explica que le concedan permisos a alguien considerado ultraviolento y peligroso?

-La única explicación que se me ocurre es que haya habido un error, si es que fue un ataque violento y no terrorista, pero es muy difícil determinar cuál es el nivel de peligro que representa un preso una vez que sale de la cárcel. ¿Qué opciones tenían en la mano en términos de la condena para tomar sobre este individuo? Así que la única explicación que puedo pensar es que aquellos encargados de tomar la decisión de sacarlo de la prisión consideraron que no era peligroso o no era lo suficientemente peligroso como para declinar su salida. Su hubieran sabido que era un peligro real nunca lo hubieran dejado libre.