Xi reafirma sus lazos con Kim Jong-un tras la histórica cumbre de Singapur

Sara R. Estella PEKÍN / E. LA VOZ

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Pekín refuerza su papel en Asia con la tercera visita a Pekín del líder norcoreano

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En la repentina y cada vez más apretada agenda exterior de Kim Jong-un siempre hay un hueco para Xi Jinping. Como era de esperar, antes o después, el dictador norcoreano visitaría al presidente de China, su aliado tradicional y principal sustento económico, para ponerle al corriente de los asuntos tratados en la cumbre con Donald Trump en Singapur. Un encuentro que se prolongará dos días y en el que los dos mandatarios buscan reforzar sus lazos tras años de enfriamiento. Además envía un mensaje claro a Washington sobre el lugar central que Pekín ocupa en la diplomacia de Asia y su poder sobre Piongyang, en medio de la tensión entre China y EE.UU. por temas comerciales.

En una imponente acto de bienvenida con honores militares, Xi mostró su satisfacción por «los resultados positivos» que se obtuvieron tras la reunión entre Kim y Trump hace justo una semana. «Han mantenido un encuentro muy positivo en Singapur y se ha iniciado el compromiso para la lograr la desnuclearización de la península» coreana, añadió el presidente chino.

Fin del secretismo

Esta es la tercera vez que Kim Jong-un viaja a China desde que llegó al poder y lo primero que llamó la atención es que los medios chinos la anunciaron nada más aterrizar en Pekín. Hasta ahora, todas las visitas de dictadores norcoreanos se habían realizado bajo el más estricto secretismo y solo se confirmaban una vez que regresaban a Piongyang.

En esta ocasión, el joven dictador viajó acompañado de su esposa, Ri Sol-ju, y de algunos de sus hombres de confianza como Kim Yong-chol, el exjefe del servicio de espionaje norcoreano que fue también quién ultimó en Washington los detalles de la cita entre Trump y Kim Jong-un. Toda la comitiva fue recibida por Xi Jinping y su esposa, Peng Liyuan, en el Gran Palacio del Pueblo.

«La determinación del Gobierno chino y del Partido Comunista de reforzar las relaciones entre China y Corea del Norte no va a cambiar. No va a cambiar la buena amistad ni el apoyo de nuestro pueblo al pueblo norcoreano», afirmó Xi durante la ceremonia de bienvenida en imágenes difundidas por la televisión estatal CCTV. Los dos líderes pasaron revista a las tropas y después se reunieron para tratar asuntos que no han sido precisados. Ambos acordaron «proteger, consolidar y desarrollar» sus lazos y «promover juntos el sólido impulso de paz y estabilidad de la península para contribuir a la paz mundial».

Suspensión de las maniobras

La visita de Kim Jong-un a Pekín se produce horas después de que Washington y Seúl anunciaran la suspensión de las maniobras militares conjuntas Ulchi-Freedom Guardian, previstas para agosto. Esta decisión ya había sido anunciada por Trump en la rueda de prensa posterior a la cumbre de Singapur, lo que resultó sorprendente porque esa es una de las exigencias de Piongyang que considera que las maniobras son un ensayo de invasión.

El año pasado, esos ejercicios bélicos reunieron a cerca de 17.500 soldados de EE.UU. y de Corea del Sur, que concentraron los entrenamientos a simulaciones por ordenador de planes defensivos en caso de un ataque norcoreano. Precisamente China, ha pedido con asiduidad una «suspensión por suspensión» en referencia a las pruebas de misiles norcoreanos y a las maniobras en Corea del Sur.