La UE estrecha el cerco a Maduro con más sanciones

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

MIRAFLORESHANDOUT

Congela activos y prohíbe la entrada a once altos cargos acusados de violar derechos humanos

26 jun 2018 . Actualizado a las 08:09 h.

La Unión Europea redobla la presión sobre el círculo de poder de Nicolás Maduro. La falta de voluntad del presidente venezolano por resolver la crisis política, social y humanitaria que desangran a su país impulsó ayer los Veintiocho a imponer una nueva tanda de sanciones. Las medidas restrictivas consistirán en la congelación de activos y la prohibición de entrada en la UE. Alcanzan a once altos cargos de confianza de Maduro, entre los que se encuentran la actual vicepresidenta, Delcy Rodríguez; el ministro de Educación, Elías Jaua; la vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral, Sandra Oblitas; el vicepresidente de Economía, Tareck el Aissami, y el comandante general del Ejército venezolano, Jesús Rafael Suárez Chourio. «Son responsables de violaciones de los derechos humanos y de socavar la democracia y el Estado de derecho», asegura la UE, que ya impuso el pasado 22 de enero esas mismas sanciones a otros siete altos funcionarios venezolanos.

La lista de imputaciones es interminable: Represión de manifestantes y sociedad civil, persecución de la oposición, manipulación electoral, represión y censura periodística, violencia policial y torturas entre otras. La UE considera que Maduro ha violado el Estado de derecho y los principios democráticos más básicos para perpetuarse en el poder, por eso no reconoce los resultados de las elecciones del 20 de mayo, unos comicios de los que salió vencedor el sucesor de Chávez. El resultado «carece de toda credibilidad», sostienen los Veintiocho. «No fueron unas elecciones libres ni justas», zanjan en el comunicado en el que instan al régimen venezolano a celebrar nuevas elecciones cumpliendo con los estándares internacionales de transparencia y garantizando la libre concurrencia de la oposición. Otras de las exigencias impuestas como requisito para revertir las sanciones son la liberación de los presos políticos y el respeto a las competencias de la Asamblea Nacional, organismo elegido democráticamente al que Maduro despojó de poder creando una institución paralela controlada por su partido: la Asamblea Constituyente.

Crisis humanitaria

La preocupación de la UE es máxima. La crisis humanitaria en Venezuela, donde residen unos 600.000 ciudadanos europeos, se agrava. El secretario de Estado británico, Alan Duncan, anticipó ayer el «colapso económico» del país. Maduro no se inmuta. Rechaza las acusaciones y asegura que no cederá al «chantaje» ni a la «agresión continuada e injerencista» de la UE.

«No aceptaremos amenazas de ninguna potencia o grupo de países coaligados con reminiscencias imperiales», contraatacó desafiante su ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, quien acusó a la UE de plegarse a los deseos del presidente e Donald Trump.