Los rescatados por el Lifeline serán acogidos por ocho países

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

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28 jun 2018 . Actualizado a las 08:09 h.

Finalmente Malta accedió ayer al atraque del barco Lifeline que llevaba seis días a la espera de una solución en el Mediterráneo, tras llegar a un acuerdo con Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Francia, Bélgica y Holanda para repartirse los 230 inmigrantes que llevaba. El primer ministro maltés, Joseph Muscat, informó de que los inmigrantes serán identificados. Solo los que sean refugiados «serán protegidos por los Estados miembros» pero no ocurrirá lo mismo con quienes no tengan derecho a asilo. «Cada uno acogerá según su capacidad y no quiero dar números ahora, porque antes tenemos que ver las personas a bordo, su riesgo y situación. Tenemos que estudiar cada caso y luego el número de menores no acompañados», explicó.

Muscat anunció que la embarcación será inmovilizada mientras las autoridades investigan sobre las supuestas irregularidades, la primera de ellas la bandera bajo la que opera ya que Holanda asegura que no tiene derecho a usarla. También se tiene que aclarar si el capitán actuó correctamente salvando a los náufragos, a pesar de que la Guardia Costera italiana pidió que no interviniese ya que debían hacerlo los guardacostas libios. Para Muscat este es el motivo de la negativa de su país a acoger la nave: el capitán «actuó contra las reglas del derecho internacional».

El fundador de la oenegé, Axel Steier, culpó a Alemania de haber retrasado el atraque del barco al haberse negado a acoger a los inmigrantes y acusó al ministro del Interior, Hort Seehofer, de ser «la versión alemana de su colega italiano Salvini». A su juicio, Berlín es «cómplice de la falta de asistencia a personas en peligro».

Doce guardacostas a Libia

El Ejecutivo italiano acogió con satisfacción el acuerdo de reparto de los inmigrantes, según aseguró el ministro del Interior Matteo Salvini. En tanto el jefe del Gobierno, Giuseppe Conte, presentó en el Parlamento la propuesta que defenderá en el Consejo de Europa y que consta de diez puntos centrados en la necesidad de que todos los países de la UE asuman una «responsabilidad común». Italia quiere reforzar las fronteras europeas con mayor apoyo de la Guardia Costera libia y acabar con el reglamento de Dublín porque se ha demostrado «inadecuado». Como primera medida, anunció que dará 12 guardacostas a Libia para mejorar el control en el Mediterráneo.