Macron calla sobre su guardaespaldas pese a que arrecian las críticas sobre él

EFE PARÍS

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PHILIPPE WOJAZER | REUTERS

Son los miembros de su Gobierno los que, algo desubicados, se limitan a ganar tiempo para que se conozcan los resultados de las investigaciones abiertas en los ámbitos ejecutivo

22 jul 2018 . Actualizado a las 08:37 h.

El presidente francés, Emmanuel Macron, mantiene silencio ante al «caso Benalla», las revelaciones sobre su guardaespaldas de confianza, un mutismo que alimenta las críticas de la oposición, que habla ya de un «escándalo de estado», mientras avanza la investigación judicial.

Tras haber acostumbrado a los franceses a dar la cara ante cada situación delicada, Macron se ha mantenido al margen de un escándalo que le afecta de forma directa, por estar protagonizado por un hombre ligado a su persona incluso antes de llegar al Elíseo. Son los miembros de su Gobierno los que, algo desubicados, se limitan a ganar tiempo para que se conozcan los resultados de las investigaciones abiertas en los ámbitos ejecutivo, legislativo y judicial.

El primero la puso en manos de la sección de «asuntos internos» de la Policía; el segundo en forma de una comisión parlamentaria que comenzará su función el lunes, y el tercero con una investigación preliminar abierta por la Fiscalía de París. Esta última es la que aparece más avanzada y mantiene a cinco personas bajo arresto, entre ellas al propio Alexandre Benalla y a Vincent Crase, gendarme responsable de la seguridad del partido de Macron, puntualmente contratado por el Elíseo y que acompañaba al primero el uno de mayo pasado. Según la emisora France Info, ninguno de lo dos se ha escudado en su derecho a guardar silencio y están respondiendo a los investigadores.

A ellos se sumaron ayer otros tres policías que entregaron a Benalla las grabaciones de las cámaras de seguridad de París en la plaza donde se encontraba el guardaespaldas durante la manifestación, con las que presuntamente quería endulzar su conducta. Además, se han llevado a cabo registros en el domicilio de Benalla en Issy-les-Moulineaux, a las afueras de París, el mismo donde el hombre de confianza del presidente tenía previsto contraer ayer matrimonio. Un proyecto que deberá retrasar, porque los investigadores decidieron prolongar su arresto en busca de pistas que aclaren las numerosas sombras que persisten sobre el caso.