Bruselas exige una respuesta de toda la UE a la crisis migratoria

A. Soto MADRID / COLPISA

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DARRIN ZAMMIT LUPI | REUTERS

Aumentan las críticas por las dificultadas para resolver problemas como el del Aquarius, que ayer llegó a Malta

15 ago 2018 . Actualizado a las 22:31 h.

La segunda gran odisea del Aquarius llegó ayer a su fin. Tras cinco días errando por el mar, el barco de las oenegés SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras llegó al puerto de La Valeta, capital de Malta, con 141 inmigrantes que habían sido rescatados el viernes en aguas internacionales próximas a Libia. Un acuerdo entre cinco Gobiernos de la Unión Europea, hecho público el martes, permitió el desembarco. Estos cinco países se repartirán a los migrantes del Aquarius: España se hará cargo de 60 de ellos. El acuerdo fue acogido con satisfacción por la Comisión Europa, que, no obstante, reclama una solución permanente y que involucre a toda la Unión Europea. «No podemos confiar en arreglos ad hoc (...) No es solo responsabilidad de uno o unos pocos Estados miembros, sino de la Unión Europea en su conjunto», dijo el comisario de Inmigración, Dimitris Avramópulos.

La llegada de la embarcación se produjo a las 14 horas. Entre las 141 personas a bordo se encontraban dos mujeres embarazadas y 73 menores de edad, 67 de los cuales no estaban acompañados, incluidos dos de menos de dos años. Los países de procedencia son Bangladés, Camerún, Ghana, Costa de Marfil, Nigeria, Senegal, Egipto, Eritrea, Somalia y Marruecos. El coordinador de Médicos sin Fronteras dentro del barco, Aloys Vimard, declaró que los migrantes se encontraban «exhaustos y afectados por su viaje y por su paso por Libia». Según las autoridades locales, pasarán una revisión sanitaria en Malta.

Después, les espera el viaje hacia los países de acogida. Igual que España, Francia se hará cargo de 60 migrantes, mientras Alemania se comprometió a aceptar «hasta 50» y Portugal, a 30. Además de estos países, también participó en la negociación Luxemburgo. SOS Méditerranée se felicitó por el acuerdo «para compartir las responsabilidades a través de una respuesta coordinada». También el Alto Comisario de las Naciones Unidas para los refugiados, Filippo Grandi, agradeció «el final del impás del Aquarius», aunque se lamentó de que la situación «hubiera llegado hasta este punto». «Es falso, peligroso e inmoral el hecho de seguir dejando a los barcos de rescate errar por el Mediterráneo, mientras los Gobiernos compiten por deshacerse de sus responsabilidades», agregó Grandi.

En cualquier caso, se trata de un parche al problema de la inmigración en el mar, después de que los dirigentes de la Unión Europea no llegaran a un acuerdo global en su encuentro del pasado 24 de junio en Bruselas por el rechazo del Gobierno de Italia y de los Estados encuadrados en el grupo del Visegrado (Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia).

Médicos sin Fronteras subrayó ayer su preocupación por «el futuro de la acción humanitaria en el mar» ante la posibilidad de que se repitan nuevas crisis humanitarias. En junio, el Aquarius llegó al puerto de Valencia, ofrecido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras ser rechazado por Italia.

Rescatados más de 500 inmigrantes en las costas andaluzas

La jornada de ayer ha sido una de las de mayor actividad en las costas españolas para atender la llegada de inmigrantes. Los guardacostas aseguran que rescataron a más de medio millar de personas en aguas del Mediterráneo, tras localizar hasta un total de doce pateras que navegaban hacia las costas andaluzas: cinco en el mar de Alborán, con 284 inmigrantes, y siete en el Estrecho, con 240 personas.

España sigue afianzándose como primera puerta de entrada de migrantes a la Unión Europea este año, después de que Italia y Grecia hayan decidido cerrar sus puertos para acoger a inmigrantes. En lo que va de 2018, más de 25.000 personas han arribado a la Península a bordo de embarcaciones precarias, según el último balance de la Organización Internacional para las Migraciones. Esta cifra triplica las del año anterior en el mismo período. El incremento de llegadas a las costas españolas ha ido en aumento a lo largo del 2018, hasta el punto de que solo en el pasado mes de julio la cifra se cuadruplicó en relación con el mismo mes del año pasado. En el intento de llegar a las costas europeas han muerto al menos 308 migrantes.